Esos accidentes, esas muertes…

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Los accidentes de tránsito continúan preocupando a las autoridades en la República Dominicana, en la medida en que ocupan una de las primeras causas de muerte en el país, donde se registra una tasa de un 41.7%, y 6 fallecidos por cada 1,000 personas, a la vez que sobresale que el 58% de los fallecidos ocurren por colisiones de motocicletas, cuyos vehículos se ven involucrados en el 72%.
 
En realidad el mundo entero muestra estadísticas alarmantes, que marcan 1,24 millones de muertes y 50 millones de heridos por año, siendo la tercera causa de defunciones en hombres y mujeres de 30 a 44 años, la segunda en el grupo de 5 a 15 años, y la primera en el conjunto de 5 a 14 años.
 
En el país pudo conocerse, además, que las principales Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), pagaron en el 2012, RD$322 millones por accidentes de tránsito, cuya cifra va en aumento y el presidente de la Asociación Dominicana de Administradoras de Riesgo de Salud (Adars), José Manuel Vargas, apuntó que hasta el 2020, los accidentes costarán al pueblo dominicano más de RD$600 mil millones.
 
Entre las causas de estos terribles males se habla de carencia de controles en los límites de velocidad, el no uso del casco protector y cinturón de seguridad; hablar por el celular mientras se conduce, el cruce de la luz roja, y manejar tras haber consumido alcohol.
 
La asesora regional de Seguridad Vial, de la Oficina Panamericana de la Salud OPS/OMS, Eugenia María Rodríguez, asegura que si se quiere lograr un control en la mortalidad por esta causa, habrá que trabajar con estos límites.
 
Pero, más allá del requerimiento de una agencia líder para tratar el tema, y estrategias para la seguridad en las calles (dos de las recomendaciones más importantes contenidas en el informe mundial de la OPS/OMS), habría que sumar a la necesidad de un presupuesto apropiado para trabajar en la escena, que se apele a la verdadera raíz de este mal: educar a quienes cometen estas violaciones y exigir a las autoridades una verdadera observancia de los deberes y derechos, solo así podremos evitar que tantas familias pierdan a sus seres queridos por la imprudencia en las vías.