Barahona.- El embajador haitiano en el país Fritz Cineas no fue retirado como se ha rumorado, sino que ha sido llamado a consultas a Puerto Príncipe, donde llegó el lunes y de inmediato, tanto la cancillería de Haití como la Presidencia, iniciaron una serie de encuentros relativos a las repercusiones de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC), que niega la ciudadanía dominicana a hijos de inmigrantes haitianos ilegales.
La información la dio en exclusiva el exministro de la diáspora y director de la Fundición Zile, Edwin Paraison, quien afirmó que esa información es totalmente falsa.
“Cineas, quien dirige la misión diplomática desde finales del 2005, está analizando con las altas instancias gubernamentales haitianas el impacto que pudiera tener la sentencia del Tribunal Constitucional sobre los dominicanos de ascendencia haitiana”, precisó.
Dijo que las consultas oficiales fueron extendidas a varios expertos de las relaciones entre los dos países, tales como el antiguo embajador haitiano en la República Dominicana Guy Alexandre.
En Puerto Príncipe, varios sectores se han pronunciado de forma enérgica en contra de la sentencia del TC donde el senador, Francisco de la Cruz solicitó declarar al embajador dominicano en Haití persona no grata.
De la Cruz, quien lleva un nombre totalmente dominicano, fue enfático al solicitar una repuesta enérgica por parte del gobierno, debido a una serie de sucesos, que dice afectan a sus compatriotas en la República Dominicana, incluyendo manifestaciones en contra de la presencia haitiana, abiertamente apoyadas por las autoridades, según declaró a la emisora Radio Quisqueya.
Consultado al respecto, Paraison se mostró en total desacuerdo con esa propuesta que calificó de “muy penosa”, por tratarse del embajador dominicano Rubén Silié, amigo del pueblo haitiano y una personalidad intelectual dominicana, que ha contribuido enormemente a un mejor entendimiento de la problemática migratoria.
Por lo contrario, sostuvo que la actual situación ofrece a los dos gobiernos la oportunidad de reconstruir sus lazos con la diáspora haitiana en la República Dominicana y demostrar claramente su voluntad de acompañarla en este nuevo y triste episodio de su vida comunitaria, plantea Paraison.
Concluyó que el gobierno haitiano no ha fijado una posición, aunque haya expresado su preocupación por la decisión del TC.
