Dubai.- Militantes libios han llamado a secuestrar a ciudadanos estadounidenses en Trípoli y a efectuar ataques en gasoductos, barcos y aviones en venganza por la captura de una figura de al Qaeda de alto rango por parte de las fuerzas especiales de Estados Unidos en Libia la semana pasada.
En tanto, el Gobierno libio ha convocado al embajador estadounidense para pedirle explicaciones sobre la redada militar llevada a cabo por Estados Unidos en Trípoli para capturar al sospechoso y sacarlo del país, dijo el martes el Ministerio de Relaciones Exteriores de Libia.
El primer ministro libio aclaró que las relaciones con el Gobierno estadounidense de «amistad y cooperación» no se verán afectadas por la redada, aunque agregó que los sospechosos libios deberían ser enjuiciados en su país.
«Nuestra relación con Estados Unidos es de amistad y cooperación. Nos ayudaron con nuestra revolución. Nuestra relación no se verá afectada por este evento, que lo arreglaremos como sea necesario», dijo el primer ministro Ali Zeidan durante una visita a Marruecos.
Nazih al-Ragye, más conocido por el nombre Abu Anas al-Liby, está sospechado de perpetrar los ataques con bomba en las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania que en 1998 provocaron la muerte de 224 civiles.
El sospechoso fue capturado en las calles de Trípoli el sábado y está detenido a bordo de una embarcación de la Armada en el Mar Mediterráneo, informaron funcionarios de Estados Unidos.
Los mensajes y expresiones de enojo publicados por yihadistas libios en internet y monitoreados por el servicio SITE incluían una página de Facebook llamada «Bengasi está Protegida por su Pueblo».
En ellos se instaba a los libios a cerrar las entradas y salidas de la capital y a secuestrar ciudadanos de Estados Unidos y sus aliados, con el fin de usarlos para presionar por la liberación de militantes presos.
También se llamó a dañar gasoductos de exportación a Europa, y aviones y barcos.
«Libia hoy todavía es un lugar de incredulidad que está gobernado por algo diferente a la sharia (ley) de Alá; por lo tanto, no hay seguridad para los no creyentes allí», indicó el mensaje.
Desde la caída de Muammar Gaddafi, militantes islamistas, incluidos grupos relacionados con al Qaeda, han usado Libia para contrabandear armas y como base para sus combatientes.
El norte de África alberga a Al Qaeda en el Maghreb Islámico y otras filiales islamistas que cooperan con la red o simpatizan con su ideología.
Liby es buscado por el FBI, que dice que el sospechoso tiene 49 años y que había ofrecido una recompensa de 5 millones de dólares a cambio de ayuda para capturarlo.
En el 2000 fue acusado junto con otros 20 sospechosos de al Qaeda, incluidos Osama bin Laden y el actual líder global del grupo extremista, Ayman al-Zawahri.
