Panamá.- El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, se sacudió hoy el polvo que le ha caído por el escándalo de la empresa Finmeccanica a la cual compró equipos de seguridad por 230 millones de dólares y dijo se trata de una pelea de italianos robándose entre sí.
El mandatario negó acusaciones que lo vinculan junto con su hijo «Rica» con coimas millonarias cobradas por el italiano Valter Lavítola, principal implicado en el juicio de Roma contra Finmeccanica, y con una operación para la compra de cárceles modulares y de un helicóptero de lujo que no llegó a realizarse.
Detalles del escándalo, que se arrastra desde hace cuatro años, y una grabación comprometedora de Lavítola y otro italiano Mauro Velocci, con «Rica» fueron divulgados por el diario La Prensa que estuvo bloqueado por ocho horas, aunque Martinelli asegura fue un autobloqueo para implicarlo.
El mandatario confirmó que se dio la conversación entre su hijo, Lavitola y Velocci como una trampa para chantajearlo en el caso de las cárceles modulares, pero no funcionó.
Velocci le entregó a Balbina Herrera, dirigente del Partido Revolucionario Democrático, los correos cursados entre el Martinelli y Lavítola, que destaparon el escándalo; fue juzgada por ello y el caso está concluso para sentencia.
