San Luis.– Para los Cardenales de San Luis se acabó el margen de error.
Si pretenden ganar su segundo campeonato de las Grandes Ligas en tres años, tendrán que hacerlo similar al del 2011, pero en patio ajeno.
Los Cardenales perdieron 3-1 ante los Medias Rojas de Boston el quinto juego de la Serie Mundial, que dejaron atrás 3-2, en el último del año en el Busch Stadium de San Luis.
«Sólo nos queda ir a tratar de ganar dos partidos en su casa», dijo el jardinero Carlos Beltrán. «No será fácil, sabemos lo bien que juegan allá».
«Pero tenemos que encontrar la manera de sacar el primer juego allá y llevar esto a un séptimo partido, en el que todo puede suceder».
Beltrán reconoció que el principal problema en los primeros cinco juegos del Clásico ha sido la escases de ofensiva. Y cuando encuentran la manera de llegar a las bases el bateo oportuno casi ha desaparecido.
Los Cardenales dejaron 20 hombres en las bases entre los juegos tres y cuatro; en el quinto ni siquiera eso; sólo dos corredores en los senderos, después de que apenas pudieron conectarle cuatro hits al pítcher de los Medias Rojas, Jon Lester.
El abridor aguantó siete entradas y dos tercios, en las que permitió sólo una carrera, el jonrón solitario de Matt Holliday, y al final salió rumbo a Boston con siete ponches y su segunda victoria de la Serie Mundial.
«No es que no estemos tratando», comentó Beltrán. «Es que sus lanzadores han estado muy fuertes. Están ejecutando sus pitcheos y verdaderamente hay que darles el crédito».
El manager de los Cardenales ha intentado de todo, incluso hasta poner en la alineación de inicio, como primera base, a Allen Craig, apenas minutos antes de comenzar el encuentro.
Craig está lastimado del pie izquierdo y sufre de manera visible hasta para caminar. Pero antes del partido del lunes, había bateado para .444 en la Serie Mundial, sus primeros juegos desde que se lesionó el 4 de septiembre.
En los anteriores dos, Craig bateó en sus únicos turnos como emergente. Pero en el Juego 5 fue diferente.
«Nunca me sentí a gusto frente a Lester», reconoció. «No estaba en sincronía, como creo que la mayoría de nosotros. Hay que hacer ajustes y rápidos. Se acabó el tiempo. Ganamos el miércoles o volvemos aquí sin nada», dijo.
Cardenales se dirigen hacia una emboscada
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