Al diputado Elso Segura Martínez pocos le hicieron caso. Fue sometido a la comisión de disciplina de la Cámara Baja y el Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), organización a la que pertenece, le instó, literalmente, a callarse la boca, porque sus declaraciones a la prensa no coadyuvaban al gobierno del entonces presidente Leonel Fernández.
¿Qué había hecho mal este legislador para merecer estas reprimendas tan severas?: Denunciar supuestos sobornos a los legisladores para que votaran a favor del contrato de préstamos para la compra de ocho aviones Súper Tucano a Brasil.
Cinco años después el tiempo le ha dado la razón y se conoce que a nivel internacional existe una pesquisa abierta, para esclarecer si Embraer S.A. sobornó a funcionarios de República Dominicana y Argentina, a cambio de contratos para vender aviones comerciales y de defensa.
El proyecto fue impulsado en el Congreso Nacional por las Fuerzas Armadas, que defendía la necesidad de adquirir los aviones para resguardar el espacio aéreo. A la sazón, la institución era dirigida por el teniente general Pedro Rafael Peña Antonio.
La denuncia de Elso
Noviembre 5 de 2008: El diputado peledeísta Elso Segura Martínez, quien era presidente de la Comisión de Ética de la Cámara Baja, reveló la distribución de altas sumas de dinero, a fin de hacer posible la aprobación en el Congreso de tres préstamos internacionales que en conjunto sumaban US$180.7 millones de dólares. En estos créditos estaba el de US$93.7 millones, suscrito con una entidad de Brasil para el financiamiento de la compra de los aviones Súper Tucano.
El diputado del Partido de la Liberación Dominicana había creado un avispero, al conocerse el contenido de una carta que dirigió al entonces presidente del hemiciclo, Julio César Valentín, en la que denunciaba que legisladores habían recibido dinero para que sancionaran el proyecto de compra de los aviones Súper Tucano y otras iniciativas.
La misiva indicaba que existían rumores de que se había distribuido una alta suma de dólares entre congresistas para que motivaran la aprobación de la pieza, que establecía un préstamo por US$93 millones, 697,887, mediante un convenio entre el Estado dominicano y el Banco de Desenvolvimiento Económico y Social de Brasil, para la adquisición las aeronaves.
En la misiva, el diputado oficialista, quien perdió el apoyo de su partido en el año 2010, indicaba que a decir de muchos parlamentarios había intervenido el “Dios dinero”, a fin de sancionar favorablemente el proyecto de resolución del préstamo por US$68 millones, 096,278 para la terminación de la presa de Pinalito, mediante convenio con el mismo banco brasileño.
También en otro préstamo por valor de US$19 millones para la terminación del acueducto de la Zona Oriental, mediante un contrato entre el Estado dominicano y el Deutsche Bank de España.
Segura Martínez llamó la atención de sus compañeros ante alegados comentarios transmitidos en el programa El Gobierno de la Mañana, en los que se acusaba a los diputados de recibir dinero para que fuera aprobado el Acuerdo de Asociación Comercial con la Comunidad Europea.
El conocimiento de la carta, copias de la cual fueron depositadas en cada curul y recogidas minutos después, generó críticas y comentarios de sus compañeros, algunos de los cuales exigieron que “se limpiara su honra”.
Luego de la reprimenda del Comité Político y de algunos de sus propios compañeros de curul, Segura Martínez se presentó al hemiciclo con una cinta pegante en la boca, dando a entender que desde su mismo partido le pidieron que “se callara la boca”.
En la actualidad, Segura Martínez se desempeña como profesor universitario; pero, a este multimedios le fue imposible contactarlo para conocer su parecer sobre el recién destapado caso que él había denunciado hace cinco años.
Valentín reacciona
De inmediato, Julio César Valentín emplazó a Segura Martínez a que identificara a quienes habrían recibido dinero y lo exhortó a investigar profundamente como presidente de la Comisión de Ética, advirtiéndole que si había un comportamiento aislado se recibiría la condena y el rechazo de los demás asambleístas.
Precisamente, ese día el primer punto de la agenda fue el proyecto de préstamo para la adquisición de los aviones Súper Tucano, que por quinta vez había sido debatido sin que se decidiera al respecto.
Los perredeístas no votaron, excepto Julio Romero, y de la bancada del PLD hubo algunos que tampoco lo hicieron, porque no estaban de acuerdo con la pieza, a pesar de la orientación del Poder Ejecutivo para que la respaldaran.
El Comité Político
El día 4 de noviembre de 2008, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), había instruido a sus legisladores a votar a favor del préstamo por 93 millones de dólares para los aviones Súper Tucanos, explicó Julio César Valentín, actual senador por Santiago de los Caballeros.
Valentín dijo que el Comité Político del PLD dio la orden y “nosotros nos esforzaremos para que sea admitido el proyecto”, llamando a sus compañeros que se oponían al préstamo a reflexionar, en razón de que debía haber un elemento que disuadiera y amenazara a los narcotraficantes que dejaban en el país un alto volumen de drogas.
Expresó en aquella ocasión que la posición oficial de la dirección del PLD era aprobar el préstamo, como lo dictaminó el secretario general del partido y presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, en nombre del Comité Político de esa organización.
El negocio
El 15 junio de 2007, el entonces Presidente de la República, doctor Leonel Fernández Reyna, emprendió un viaje de ocho días a Miami, Estados Unidos, y Brasil, y a su regreso al país informó que había suscrito importantes acuerdos, dentro de los que estaba el de los aviones Súper Tucanos. También contactó con “potenciales inversionistas” para la producción de biocombustibles, la modernización de la televisión y la instalación de un parque de zona franca pesquera en Azua.
El mandatario estuvo acompañado por sus ministros: Víctor Díaz Rúa, de Obras Públicas; Luis Manuel Bonetti, administrativo de la Presidencia y Rafael Núñez, de prensa; además, de la entonces primera dama y actual vicepresidenta del país, Margarita Cedeño, entre otros.
En su visita a Brasil, el presidente Fernández también gestionó la instalación de un molino textil, intercambio bilateral de educación superior y un financiamiento para comprar aviones para la lucha contra el narcotráfico y 300 autobuses.
En Río de Janeiro, Fernández se reunió con los ejecutivos del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil, institución que aprobó el financiamiento para la adquisición de los aviones Súper Tucano, utilizados desde 2009 en el patrullaje de los cielos dominicanos en la lucha contra el narcotráfico.
Nada de lo antes expuesto se concretizó, al menos hasta esta fecha, solo la compra de los tucanos.
Llegan dos aviones
¡Por fin! Luego de un sinnúmero de anuncios, el presidente Fernández recibió los dos primeros tucanos el día diez de diciembre de 2008. En compañía de los altos mandos militares llegaron a la Base Aérea de San Isidro estas naves, de ocho adquiridas para la “defensa del espacio aéreo” y la “lucha contra el narcotráfico”.
El coronel piloto Ángel Restituyo Rodríguez, leyó la orden que lo incorporaba a la flota de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), con lo que, según el militar, “alegadamente” se modernizaba la armada dominicana.
De su lado, el jefe de la FAD en aquella época, mayor general Carlos Rafael Altuna Tezanos, sostuvo que con la incorporación de los aviones se estaba dotando a la institución de un instrumento esencial para garantizar la defensa y la seguridad de las fronteras, agradeciéndole al mandatario que hubiera devuelto la capacidad de vigilancia, el control y la soberanía del espacio aéreo dominicano.
Asimismo, el secretario de las Fuerzas Armadas (FFAA), teniente general Pedro Rafael Peña Antonio, indicó, no sin antes elogiar a Fernández, que la adquisición de las aeronaves era una muestra más del interés del gobierno por proteger el país del narcotráfico.
En el acto de recibimiento de los tucanos estuvieron presentes, además del secretario de las FFAA y el jefe de la FAD; el jefe de la Marina de Guerra, vicealmirante Homero Luis Lajara Solá; el director del DNI, Ramón Antonio García; el director de la DNCD, Rolando Rosado Mateo; entre otros altos militares.
Las demás aeronaves llegaron al país en octubre de 2009.
¿Narcotráfico de rodillas?
El exministro de las Fuerzas Armadas (FFAA), teniente general Pedro Rafael Peña Antonio, aseguró en su momento que en la República Dominicana, el narcotráfico estaba de rodillas ante las autoridades, porque le habían dado golpes contundentes.
Sostuvo que en el año 2009 decomisaron más tres mil kilos de cocaína, droga que pudo haber estado en ruta hacia otro territorio o consumo en República Dominicana, “entonces el país ha dado muestra de voluntad en la lucha contra las drogas”.
Como punto discordante a las declaraciones del exsecretario de las Fuerzas Armadas, cinco años después de que el país adquiriera los aviones súper tucanos, informes internacionales dan cuenta de que la República Dominicana no solo es puente, sino consumidor de drogas; además de poseer los laboratorios de producción más grandes de toda la región.
“Están ciegos”
El director del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), José Tomás Pérez -2009-, declaró que los dos aviones Súper Tucanos no cuentan con los radares tridimensionales que requieren este tipo de aparatos para detectar los vuelos ilegales.
“Los tucanes están ciegos, simplemente. Lo que falta es el sistema de vigilancia vía radar para detectar las trazas (aviones con vuelos ilegales), inmediatamente informar a la Fuerza Aérea, y que el avión salga y empieza la persecución”, expresó.
La otra denuncia
Las autoridades de Estados Unidos y Brasil investigan si Embraer SA sobornó a funcionarios de Argentina y República Dominicana a cambio de contratos para vender aviones comerciales y de defensa, según documentos legales obtenidos por la agencia Reuters.
En una información publicada para Sao Paulo y Washington, Reuters establece que las investigaciones involucran a la venta de 20 aviones de pasajeros a la aerolínea estatal argentina, con un valor de unos 900 millones de dólares, según los precios de venta de Embraer, y un acuerdo por 9,2 millones de dólares con las Fuerzas Armadas de República Dominicana por ocho aviones ligeros de ataque Súper Tucano.
Precisa que el tercer fabricante de aviones comerciales del mundo reveló hace dos años que ha estado bajo investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Comisión de Valores desde el 2010 en relación a las ventas de sus aeronaves en el extranjero.
Asimismo, instituye que las acusaciones afectan a uno de los mayores exportadores de Brasil y a una piedra angular de su industria de defensa en expansión, que busca ganar credibilidad entre las grandes potencias después de años de vender armas en los mercados emergentes.
El cable expresa que la unidad de defensa de Embraer se asoció con Boeing Co para vender un avión militar de carga, el más grande de su historia, para competir con el Hércules de Lockheed Martin Corp. en Estados Unidos y Gran Bretaña.
En documentos revisados por Reuters, los fiscales citaron evidencia de que ejecutivos de Embraer aprobaron un soborno por 3,4 millones de dólares para un funcionario dominicano con influencia en las compras militares. Los detalles del caso de República Dominicana fueron reportados inicialmente por el diario Wall Street Journal.
Embraer está cooperando plenamente con las autoridades, subrayó la compañía en un comunicado, aunque declinó comentar sobre los detalles de las acusaciones debido a que la investigación es confidencial.
Funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Comisión de Valores no respondieron de inmediato a los pedidos de comentarios.
Detalles
Los Súper Tucanos están equipados con dos ametralladoras y cohetes aire-tierra y aire-aire, y pueden alcanzar una altura de 35.000 pies (10,6 kilómetros), una velocidad de 593 kilómetros por hora y una autonomía de vuelo de cuatro horas.
Además del combate al narcotráfico, los aviones pueden ser utilizados en la vigilancia de la zona fronteriza, la salvaguarda de los recursos naturales y, en caso de conflictos, en apoyo de tropas y naves marítimas.
El préstamo de 93,7 millones de dólares para la adquisición de las ocho naves fue aprobado en 2008 en el Congreso Nacional, pese al rechazo de la oposición y parte del oficialismo.
El proyecto fue impulsado en el Congreso por las Fuerzas Armadas, que defendía la necesidad de adquirir los aviones para resguardar el espacio aéreo y las costas nacionales ante el avance del narcotráfico internacional, que utiliza al país como puente de sus operaciones.
Sin embargo, Julio César Valentín, presidente de la Cámara de Diputados en 2008, y el senador por la provincia Peravia, Wilton Guerrero, coincidieron en que los ocho aviones Súper Tucanos adquiridos por el gobierno dominicano a Brasil, no eran la “panacea” del tráfico de drogas en el territorio nacional, aunque los consideraron necesarios para combatirlo.
Sin embargo, Guerrero advirtió que los aviones podrían ser usados por los propios narcotraficantes para transportar sus drogas, si no se preparaba adecuadamente el personal que lo operaría.
Diputado del PLD denunció en 2008 soborno tucanos
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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