La magia de Loma Quita Espuela, localizada en San Francisco de Macorís, provincia Duarte, no se circunscribe solo a su derredor verde esmeralda y las aguas cristalinas que han librado la batalla de la pureza y más…Entre sus pobladores hay esa especie de encanto que arropa al visitante desde el primer momento en que arriba a sus predios.
Y entre quienes transmiten amor y enseñanzas de lo que significa la defensa del terruño y la preservación de lo propio se encuentra Isabel Salcedo, estudiante de término de Agronomía y responsable del vivero de cacao orgánico y otros productos en la comunidad de Los Bracitos.
La joven confiesa que esta pasión se la ha inculcado la Fundación Loma Quita Espuela, entidad creada el 22 de marzo de 1990, sin fines de lucro, razón por la cual funge como maestra de dieciocho niñas, niños y adolecentes, que hacen poesía coreada en honor a esa Reserva Científica.
“Yo pertenecí a ese grupo cuando era niña, el propio autor del libro Verdecitos, el abogado Nelson Then, era mi maestro. Su libro me ha servido de mucho; me he contagiado. Antes no pensaba así, ahora veo todo como parte de mí misma”, afirma la futura ingeniera.
– ¿Y cómo te iniciaste en esta labor pedagógica?
“Fue el señor Jesús Moreno, presidente de la Fundación Loma Quita Espuela, quien me pidió que enseñara a estos muchachos lo mismo que yo aprendí de niña. Asumí esa responsabilidad por su solicitud; desde entonces ando por estos caminos de la enseñanza”.
La entusiasta joven estremece cuando narra las maravillas de la naturaleza y como los pequeños interiorizan que es imposible respirar y beber agua que hidrate y no enferme, si no cuidan ese medio ambiente bendecido por las manos de Dios.
“Ellos van creando un sentido noble de pertenencia, y multiplican sus valores como seres humanos. Es maravilloso verles crecer en medio de tantas expresiones de amor a cuanto nos rodea”, explica Salcedo.
“Hacemos nuestras presentaciones en actividades de medio ambiente y en programas de televisión, con el objetivo de sensibilizar a la población para que asuman su compromiso de salvar la naturaleza. O sea, se trata de enseñar a los hijos y hacer partícipes a los padres”.
-¿Cómo estimula a los estudiantes con el tema de la poesía coreada?
“Para estos fines, les entrego un material con estrofas poéticas, que ellos recitan de memoria, dan fuerza a la palabra, e infunden esa pasión que llevan dentro y que es capaz de ilusionar a los demás.
“Ah, y otra cosa, no solo repiten a coro los versos que les entrego. Ellos también inventan los suyos”.
Entre las estrofas poéticas de Nelson Then, estas son de las que más gustan a los pequeños discípulos:
Cuando cruzamos por el monte una voz nos llamó: / Niños, niños por qué no nos dan su amor. / Nos detuvimos a mirar aquella linda paloma, / nuestros brazos se abrieron y cantaron felices,/ llegaron perdices a acompañar nuestro canto./ ¡Qué hermoso es cantar!, / ¡qué hermoso es amar! / ¡Qué hermoso es ser libre!
Otra razón por la cual Isabel Salcedo dedica tanto tiempo a la Fundación, es por la oportunidad y las facilidades que le brindan para continuar con sus estudios universitarios.
También recuerda con agrado y compromiso que no tuvo que emigrar a la ciudad para realizar sus estudios secundarios, porque al salir de la primaria ya la institución había construido un liceo con el esfuerzo de toda la comunidad y bajo los auspicios de la Fundación.
“Todo esto me ha ayudado a desarrollar liderazgo y a convertirme en una persona activa y útil a la sociedad”, revela.
Atractivos para el turista
En la comunidad del Cadillar se encuentra el centro ecoturístico Rancho Don Lulú, que cuenta con una instalación construida de madera y rodeada de hermosos árboles, con un río que invita al visitante a darse un chapuzón de inmediato.
Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar un día completo, por tan solo RD$1000 pesos, que incluye desayuno, comida y cena, además de lograr una inolvidable cita con la naturaleza.
Un llamado para salvar el Medio Ambiente (y III)
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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