Ironías

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Resulta que “quien trabaja la agricultura y alimenta al resto de la población, tiene que padecer pobreza” según declaró Peter Rosset, mexicano-norteamericano, e integrante de la organización Vía Campesina,  movimiento social internacional, que integra organizaciones de 79 países.
 
Rosset añadió  que esto sucede “porque el libre comercio hace que los precios de las cosechas de los agricultores sean cada vez más bajos, por lo que  ya no pueden ganarse la vida”.
 
Afirmaciones de este tipo confirman ese concepto de que la mala distribución de los alimentos y los modelos  del “agronegocio”,  dirigidos a producir  exportaciones, no generan alimentos para el pueblo, y multiplican la desnutrición y el hambre.
 
Aunque se habla constantemente de la necesidad de “volverse a la tierra”, como solución alimentaria, en un artículo de Masiel Fernández Bolanos sobre la crisis económica mundial y sus consecuencias, se expone con claridad que estas condiciones “persistirán por largo tiempo y, por supuesto, los desposeídos, serán nuevamente los más atacados”.
 
En la República Dominicana, aún cuando se formula un determinado índice de crecimiento, para nadie es un secreto que ese “crecimiento” no se manifiesta en la canasta básica familiar, ni en los aspectos elementales de la existencia. Según estudios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 40% de los dominicanos vive  en la pobreza y el 20% sobrevive en tales condiciones. De manera que, según las estadísticas, se cuentan aquí unos 10 millones de habitantes, 4 millones de ellos pobres, y 2 millones en la extrema miseria.
 
De todos modos, la realidad es que mientras el hambre siga siendo un negocio para las trasnacionales, los políticos en campaña y gobiernos que no priorizan a las mayorías hambrientas, este flagelo continuará dominando y devorando al mundo.
En cuanto a “volverse a la tierra”, en el decir de Peter Rosset, “para alcanzar la soberanía alimentaria en cualquier país es necesario fortalecer la agricultura con prácticas agroecológicas. La vocación principal de la agricultura campesina es favorecer a la población”.