El béisbol invernal dominicano ha visto renacer a una de sus más emblemáticas franquicias: los Leones del Escogido. En los últimos cinco años, incluyendo esta campaña 2013-2014, el equipo con base en la capital a dominado el circuito beisbolero de invierno tanto a nivel local como a nivel internacional, lo que ha despertado de nuevo la pasión en su fanaticada y la “envidia” de las restante cinco franquicias.
El Escogido, sin muchas atenuantes, ha sido el equipo de moda en Dominicana, habiendo ganado tres coronas nacionales y dos del Caribe -con otra final incluída, en las últimas cuatro temporadas y clasificandose cinco veces de manera consecutivas a la serie semifinal, mejor conocida como Round Robin.
De ganar otra vez la corona, el Escogido alargaría sus conquistas nacionales a 16 y su dinastía, la cuarta desde que fue fundado en 1921. La primera ocurrió de 1956 a 1961, ganando cinco veces en seis finales seguidas; la segunda fue corta de 1981 a 1982 con dos coronas seguidas; la tercera de 1988 a 1992 con cuatro títulos en cinco finales seguidas; y la actual que comprende de 2010 a 2013, y cuidado.
El actual éxito obtenido por este equipo tiene nombres y apellidos: la familia Bonetti, nuevos dueños, y Moisés Alou, el gerente general.
El conjunto escarlata tuvo que ver durante 18 años y bajo las sombras, cómo sus acérrimos rivales, los Tigres del Licey, y las Águilas Cibaeñas se bañaban en champaña celebrando los títulos nacionales e internacionales. Durante ese lapso de tiempo oscuro los melenudos se perdieron varias veces la clasificación, incluso hasta quedando en último puesto, cambio de dueños y todo lo demás. Más doloroso fue llegar par de veces a la final y perder de manera dramática ante el Licey (1998-1999) de forma humillante ante el equipo cibaeño
Pero todo cambió en 2009, cuando los Bonetti, encabezados por José Miguel Bonetti Hijo y Roberto Bonetti, dueños del Grupo SID, realizaron la compra de la organización al Dr. Julio Hazin, quien previamente había fracasado con los ahora Gigantes del Cibao. En la era Hazin, el Escogido se sumergió en un letargo deportivo solo comparable a la sucedida en la década del 70, en la que no ganaron ningún título.
Pero con el advenimiento de esta prestigiosa familia las cosas han cambiado. Lo primero que hicieron fue nombrar como gerente general a Moisés Alou, un miembro de una de las familias beisboleras más prestigiosas del mundo, íntimamente e históricamente ligadas al Escogido como son los Rojas Alou, encabezada por Felipe, Mateo y Jesús.
Moisés, hijo de Felipe y ex estelar en las Grandes Ligas estadounidense, llegó con ideas frescas y revolucionarias, contando siempre con el apoyo financiero de los nuevos propietarios. Los resultados no se dejaron esperar y los Leones se ciñeron el primero de varios “City Champs” o Campeonato de la Ciudad ante el Licey, para luego ganar la serie regular y arrollar en el Round Robin, llegar a la final y vencer apretadamente a los Gigantes, y luego conquistar la Serie del Caribe.
El gerente general reclutó un núcleo de jugadores jóvenes y veteranos, y contrató al veterano Ken Oberkefell para dirigir el nuevo barco. peloteros como Carlos Santana, Fernando Martínez, los veteranos Fernando Tatis, Julio Lugo y Wilkin Castillo, y los lanzadores Edward Valdez, Fernando Rodney y Octavio Dotel, han sido parte vital de las escuadras tricampeona.
Alou eliminó las guerrillas internas y la charlatanería de algunos peloteros que creyéndose superestrellas alteraban el funcionamiento del equipo. Desde entonces y hasta ahora todo es diferente y la mística ha vuelto.
“Se siente bien. Para mí el equipo es el staff que tiene”, dijo el ahora antesalista Carlos Santana en una reciente entrevista para el programa radial Análisis Deportivo sobre lo que se vive en el Escogido. “Yo recuerdo el año pasado que casi estábamos fuera de béisbol -eliminados- y Audo Vicente y el staff removieron a lo interno del equipo haciendo cambios de jugadores, nosotros los jugadores nos pusimos en conjunto para ganar, y ganamos”, añadió el jugador de los Indios de Cleveland en las mayores.
Fue el inicio una nueva dinastía, que apenas se vio salpicada en la campaña siguiente -aunque ganaron otra vez el City Champ y llegaron a postemporada- por la obtención de la corona por parte de los Toros del Este. Pero el dominio siguió en las temporadas 2011-2012, y 2012-2013, en las cuales vencieron en ambas serie finales a las Águilas. Incluso en el último título obtenido se dieron el lujo de barrer en cinco partidos al tradicional equipo de Santiago. También obtuvieron un segunda corona del Caribe, la cuarta de su historia, y llegaron a disputar la final de la última versión
En la actual campaña, cuya serie regular está a punto de concluir, los Leones del Escogido siguen confirmando su supremacía al ser el primero en ligar su clasificación al “todos contra todos” y por estar a las puertas de conquistar otra vez el primer lugar.
Este es el tiempo rojo, el tiempo de los Leones del Escogido, equipo de tradición y de dinastía.
*Sadiel Lebrón es miembro de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA, por sus siglás en inglés). Lo puedes seguir en su blog: www.mianalisisdeportivo.blogspot.com
El Escogido y su nueva dinastía
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