Inquieto enero

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Todavía muchos no se desperezan de los días festivos y han extendido los descansos físicos y tal vez mentales hasta pasado el Día de los Reyes Magos, que para muchas familias dominicanas parecen haber perdido el rumbo o sus camellos andan medio débiles por los precios incrementados de alimentos vitales.
 
Aun se mantienen las luces  multicolores y el clima algo fresco hace agradecer a  Dios que no lleguen aquí los azotes invernales, a la vez que se pide que proteja a quienes deben enfrentarlos en Estados Unidos y otras regiones, donde los aires tormentosos y helados dejan huellas y muchas penas para quienes no pueden enfrentar condiciones climáticas tales.
 
Aquí, en República Dominicana, el calor familiar se suma al ambiental; pero soplan otros “fríos” que calan el alma y producen escalofríos. Se trata de la violencia que dejó, al final de diciembre de 2013, un total de 183 homicidios en el país y unos 54 muertos tras los días navideños, todos los cuales pudieron ser evitados, pese a que las autoridades- hay que señalarlo así- dictaron medidas preventivas y llamaron a tener conciencia, sobre todo en las vías, ay especialmente a la hora de ingerir bebidas alcohólicas.
 
La sociedad dominicana pensó iniciar un nuevo año sin las muchas inquietudes perturbadoras que provoca la violencia; pero, encima, se supo que desde los Estados Unidos ingresaron a territorio dominicano, por deportación, 3,414 criollos, todos ellos acusados de narcotráfico, fraudes, homicidios, asaltos y otros delitos federales, quienes cumplieron condenas en cárceles de allá y la pregunta es si aquí se reinsertarán a una sociedad sin oportunidades, llena de dificultades y pendiente a un diálogo para intentar solucionar las incongruencias con el gobierno haitiano, ante cuya situación existe una hostilidad internacional que dista de la posición solidaria y los intentos del presidente Danilo Medina  por apagar un fuego que se ha interpretado erróneamente a partir de la sentencia del Tribunal Constitucional.
 
En fin, que 2014 ha entrado fuerte, inquieto y con interrogantes que deberán ser respondidas “al paso”, como se dice aquí.