El acontecer diario de irregularidades y mala calidad de vida nos cuestiona. ¿Por qué estamos en este derrotero? Es la ausencia del saber, de valores morales y experiencias. Estas deficiencias predominan en los grupos políticos sumidos en el egoísmo personal sin sentido de la vida en familia de los deberes ciudadanos. Se enriquecen y el pueblo llano sufre las leyes de impuestos violadores de la ley natural de vivir bien. La corrupción política es indetenible como los catafractos del rey Antioco de Siria. Hasta conservan los privilegios manteniendo engavetadas a ley de partidos políticos y la de Loma Miranda, parque nacional.
¿Qué se hace para que el ciudadano se sienta bien consigo mismo? Lo que hacen es que se sientan bien con él.
¿Dónde está el liderazgo con su inteligencia, capacidad y voluntad para conducir a hombres y mujeres a un propósito común y a un carácter que inspire confianza? No le interesa, saben disfrutar las acciones, la riqueza.
¿Dónde está la carrera administrativa con todo su valor moral? Hablan de las cosas justas, pero, no la practican jamás. Obtienen éxito al conseguir un cargo, pero, no tienen valor, son corruptos.
Los dominicanos merecen estar en las intenciones, una de ellas es entregar las buenas acciones, cada vez que sea posible, en cada minuto de los días que debemos disfrutar. Ser feliz es realizar lo que se desea sin dañar a los demás.
¿Cuándo estaremos libres de los malos impuestos? Estos tienen su origen en salvar el sistema de la corrupción, muestra que el principal opresor es la mala administración del erario.
Las circunstancias enseñan no hablar con el silencio. Las auditorías de la Cámara de Cuentas son valientes, ejercen la responsabilidad. El juez que no cumple con la ley no es libre, tiene miedo a la responsabilidad, le huye a la verdad porque no se conoce a sí mismo.
Los que se enriquecen en el poder son soberbios, muestran su ignorancia, materialismo. La altanería no les permite guardar compostura en su andar y vestir. Esto me recuerda los versos de Eurípides sobre el rico Capaneo: “Pero en su riqueza no era soberbios y su pensamiento no era más altanero que el de un pobre”. Y la palabra griega hubus, una especie de arrogancia presuntuosa cuando se ejerce un cargo elevado. La política exige, conocer las cosas y conocerse a sí mismo, como no lo están, nos perjudican, su interés es el bolsillo.
Muchos sueños vivos nos indican que la historia de Duarte no está perdida, sino olvidada. Los políticos en el poder le huyen al Decálogo Duartiano como el diablo a la cruz.
Nuestro invitado de hoy: León Tolstoi: “Vivir en contradicción con la razón propia es el estado moral más intolerable”. “Si quieres que el mal no exista, no obres mal. Todos los males del mundo provienen de que el hombre cree que puede tratar a su semejante sin amor”.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.
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