Los coloraos y sus asambleas

Durante las festividades de Navidad y Año Nuevo, los reformistas fueron noticia más que en cualquier otra época del pasado año.  Junto a las brisas y temperaturas agradables que nos llegaron con las fiestas al finalizar el 2013, los coloraos celebraban el  éxito alcanzado en la convocatoria del domingo 8 de diciembre, de la cual quedaron destilando optimismo y contagiando a mucha gente;  consiguieron, con algo de esfuerzo, que se hable de ellos en los distintos medios de comunicación, así como en reuniones y encuentros de hacedores de opinión pública.
 
El motivo de tanta celebración de los dirigentes del Partido Reformista Social Cristiano: superaron  en organización, asistencia y disciplina la primera de dos pruebas de fuego de la que están obligados salir airosos para continuar existiendo como uno de los tres partidos mayoritarios del sistema dominicano de organizaciones políticas, que le abriría las posibilidades de volver al poder en el 2016.
 
Los coloraos tararean las buenas nuevas alcanzadas  en su asamblea nacional extraordinaria, y allí, con un quórum de más del 75 por ciento de los delegados inscritos en dos padrones ante la Junta Central Electoral, lograron unificar criterios para modificar sus estatutos,  dando paso a la ampliación de su Comisión Ejecutiva  a 50 miembros y elevar de 15 a 33 por ciento la cuota de participación para la juventud y la mujer  en todos los estamentos del Partido Reformista.
 
La otra parte de la historia que, le  daría el paso de  vuelta al pasado de gloria o a un futuro incierto, está al doblar de la esquina el próximo 26 de este mes de enero. En esta próxima asamblea ordinaria se escogerán las nuevas autoridades que deberán conducir los destinos de los seguidores del extinto líder del Gallo Colorao, doctor Joaquín Balaguer, más allá del alcance del 2014 – 2018.
 
El presidente interino, ex senador por San Pedro de Macorís, Josecito Hazim, había anunciado que para esta Asamblea se llevaría una plancha única; ahora se habla de dos, y de antemano se habla de  igual organización, disciplina y respeto a la voluntad de los delegados que tendrán en sus manos la decisión de seleccionar a quiénes los dirigirán entre el presidente actual Carlos Morales Troncoso, o al eterno senador por la provincia La Altagracia, Amable Aristy Castro.
 
Con la cercanía del día 26 ya se han dado a conocer los nombres de otros dirigentes propuestos para encabezar la dirección del PRSC, lo que considero una fórmula ó un as debajo de la manga, ante la posibilidad de que se produzca un tranque en medio de la asamblea, que pudiera conducir al fracaso total o a una posposición de la misma.
 
Previo a la asamblea, los reformistas están obligados superar sus diferencias reales. Es con anterioridad que deberán mostrar su crecimiento como organización política, tras caer en el abismo de obtener menos de un 5 por ciento del favor del electorado en los últimos procesos electorales. De la elección de sus nuevas autoridades  dependerán las candidaturas para mayo del 2016, tanto las congresuales y municipales, como las presidenciales.
 
De acuerdo al optimismo que desbordan los más altos dirigentes del PRSC, tras la unidad que dicen lograron en la asamblea del domingo 8 de diciembre del pasado año, es el próximo domingo donde pudieran ver sus sueños frustrados. Están convocados a aprovechar esta gran oportunidad que les están dando las circunstancias de volar como el Ave Fénix, por lo cual, deberán salir fortalecidos, unidos, seguros y orgullosos de los dirigentes que elijan, entre los cuales hay de sobras con las manos limpias y sin colas..
 
Si los reformistas deciden llevar una plancha de consenso, significa agrupar a gente de distintas tendencias y grupos a lo interno, y esa sería entonces la brecha para abrir las inquietudes: estarían allí preparados para permitir la inclusión en su dirección de gente que se fue un día cuando el barco se hundía; ó de gente joven, sin manchas, ó de gente que aspira simplemente a formar parte de la misma sin méritos acumulados, ó acaso, a quiénes se han echado el Partido Reformista en sus hombros por largo tiempo y  nunca se les ha reconocido.
 
Ahora o nunca, debe ser la consigna colorá, para despejar ante su militancia que en lo adelante el Partido Reformista no será una organización apéndice, sino con luz propia que, aunque pudiera estar opacado por el momento, un poquito de madurez, tacto, prudencia, pasión, entrega y, a pasos de vencedores, lo dejarían listo para volver al firmamento político dominicano, y así, darle vida, fortaleza y apertura a la democracia dominicana que hoy no luce sólida.
 
En el Teo Cruz, es la cita principal de los reformistas. Allí concurrirán miembros de todas las tendencias existentes, y todos querrán formar parte del pastel que será la nueva directiva que, con tantos bombos y algarabía, se anuncia, será todo un espectáculo de democracia y respeto a la voluntad de los delegados.
 
Sin lugar a dudas, miembros de la Comisión del Reencuentro deberían formar parte de la dirección del PRSC, en reconocimiento a su labor encomiable; ya que, a puro pulmón, se trasladaron a todos los rincones del país, tocando el corazón de los reformistas que dejaron atrás sus simpatías con la muerte de Balaguer. Este equipo de hombres y mujeres llegaron a esos hogares llevando más que esperanza y aliento: el mensaje de que aún  tienen una tarea pendiente, que no todo está perdido allí.
 
Yo tengo mi plancha, y aclaro con antelación, que aunque no tengo ni voz ni voto en esa organización política ni en ninguna otra, he seguido el empeño, entrega y pasión de los dirigentes que propongo, humildemente, deberían formar parte de la nueva dirección del PRSC. Ellos estuvieron presentes  en momentos de crisis y agonía; ellos estuvieron allí  de manera decisiva  para que el canto del Gallo colorao fuera escuchado una y otra vez, y me permito, echar un vistazo a las elecciones de los años 1986, 1990, 1994.
 
En esta tesitura bien merecen ser tomados en cuenta para conducir los destinos de los compatriotas: Joaquín Ricardo, Luis Toral, Ito Bisonó, Máximo Castro Silverio, Josecito Hazim y Quique Antún Batlle. Creo, podrían significar el repunte real de los reformistas.
 
En tanto, ellos, como otros convocados para el domingo próximo, por sobre todas las cosas, son coloraos, y seguro se entenderán.

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