El hábito de los dominicanos de dejar todo para último se ha convertido en un mal de nunca acabar y esto se evidencia a la hora de obtener un documento con un plazo establecido, lo que provoca el otorgamiento de prórrogas y a su vez propicia caos y desorden por la premura del tiempo.
Este cuadro se ha reflejado con la emisión de la revista de motor que concede la Dirección General de Tránsito Terrestres (DGTT), del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), entidad que ha dado varios plazos para que los conductores puedan conseguir la revisión de sus vehículos.
La revista consiste en un chequeo técnico del automóvil, a fin de comprobar si las luces, gomas, espejos, carrocería y parabrisas están en buen estado, con lo cual se le confiere el derecho a transitar en las vías públicas. El costo de este papel es de RD$45.
Concluido el tiempo establecido para conseguir la revista, el MOPC concedió una prórroga hasta el 7 de enero; pero, debido a la gran cantidad de choferes que a la fecha no pudieron conseguir el documento, se extendió el plazo hasta el 31 del presente mes y ahora será hasta el 28 de febrero.
Ante esta situación, surgen varias interrogantes que podrían determinar quién es el culpable de esta conducta y cómo erradicarla. Lo primero es que la irresponsabilidad de los ciudadanos es alimentada por las autoridades, quienes no establecen una fecha fija e irrevocable para otorgar el documento, por lo que la ciudadanía espera la prórroga para hacerlo.
Además, esto explicaría por qué el dominicano cuando vive en otra tierra es tan puntual y responsable como los nativos de esa nación; pero tan pronto llega al país se convierte en uno más del montón.
Mientras las autoridades dominicanas sigan reforzando esta conducta autodestructiva y dañina para la imagen de sus conciudadanos, no habrá disciplina, ni respeto para cumplir con los mandatos ni con las leyes.
Ya es hora de borrar esta costumbre que muchos llaman cultura, como forma de exculparse de su deber y atribuirlo a que somos así.
Lo cierto es que esto se ha convertido en un círculo vicioso en el cual llueve porque está mojado y está mojado porque llueve. Finalmente, diga usted de quién es la responsabilidad, pues hoy se trata de un documento no menos importante; pero, imaginemos si fuera algo que tuviera que ver con la seguridad nacional…
