Justicia y algo más…

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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En Varsovia, Polonia, el sacerdote Wojciech Gil está siendo interrogado por las acusaciones que pesan en su contra de violar aquí, en Juncalito, Santiago, varios niños.
 
Desde noviembre pasado la Fiscalía polaca abrió la investigación del proceso, que se lleva a cabo en colaboración con la Fiscalía dominicana, la cual que ha facilitado a sus homólogos polacos la documentación requerida. Y si bien la iglesia católica de Polonia pidió perdón a los menores abusados sexualmente en la República Dominicana, y a sus familiares, el secretario del Episcopado polaco, monseñor Wojciech Polak, tuvo razón al asegurar “que pedir perdón es lo mínimo que se le debe a las víctimas”.
 
Se sabe de sobra que quienes han sufrido por los actos de pedofilia, padecen, además, por las sanciones «tardías y secretas» y en ese caso no cabe duda que fue la prensa polaca la más solidaria a la hora de encarar tan duras realidades, que duelen, pero implican acciones inmediatas. En ese territorio centroeuropeo,  se ha conocido que desde 2001, unos 25 sacerdotes han sido condenados por violaciones sexuales a menores, y los hechos que han tenido lugar en la nación dominicana  han propiciado que se vuelva a hablar de pedofilia y pederastia dentro de la iglesia católica.
 
La sociedad dominicana espera que se haga justicia y es  bueno recordar lo que Polak subrayó, en el sentido de que  son los condenados los responsables y no toda la iglesia católica; pero, precisamente, para poder “limpiar” esos execrables actos, hay que considerar por su justo nombre, no como «pecados sexuales», los «delitos», que la Red de Supervivientes de Víctimas de Abusos Cometidos por Sacerdotes aspiran a ver castigados con el máximo de las penas, para consuelo de quienes han sufrido y también para acabar con esta “escala del fenómeno de pedofilia en la Iglesia”, que según el jesuita Adam Zak, encargado por la episcopal polaca, «la de Polonia es desconocida… Lo que llega ante los tribunales es sólo la parte visible del iceberg».