Esta triste y preocupante realidad nos acompaña día a día: “el 20% de las adolescentes del país son madres o han estado embarazadas alguna vez, y una de cinco muertes maternas corresponde a una joven menor de 20 años”. Así lo afirmó la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, quien se refirió con pesar a ese riesgo que corren las mujeres menores de 16 años de morir durante el embarazo, parto y post parto, cuatro veces mayor que en las mayores de 20 años.
El país ocupa uno de los primeros lugares de la región de las Américas y la iniciativa “Abordaje de Salud Integral de Adolescentes con Énfasis en la Reducción de Embarazos y Mortalidad Materna”, prevé reducir la tasa de mortalidad materna, mejorar las condiciones de salud y prevenir las diferentes enfermedades entre la población adolescente.
Historias cotidianas muestran puntos comunes en la situación que viven las adolescentes embarazadas en República Dominicana, donde la pobreza extrema les rodea con privaciones en educación, salud y condiciones de vida.
De manera que la ausencia de recursos sigue jugando un rol trascendental como reflejo de la falta de acceso a información, educación, servicios de salud sexual y reproductiva, y uso de métodos anticonceptivos.
Los problemas económicos y sociales se engarzan como eslabones de cadena: una cosa se suma a la otra y, sin duda, a menos instrucción educativa, minúsculas son las oportunidades de desarrollo y consecuentemente, como ha sucedido, la sociedad se convierte en víctima principal, sobre todo estas adolescentes, para quienes el futuro se cierra y la pregunta sigue siendo: ¿hasta cuándo y hasta dónde será así?
Adolescentes con hijos y sin futuro
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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