Amnistía Internacional ha vuelto sobre el tema, al comprobar que en Mozambique: “El Parlamento quiere aprobar este mes de marzo una indignante e inadmisible reforma del Código Penal que permitirá a los violadores eludir la justicia casándose con su víctima”.
Prosigue el texto con los detalles de la posible aprobación y promulgación por parte de la Asamblea Nacional mozambiqueña de un nuevo artículo que dispone la suspensión de los cargos contra una persona acusada de delitos sexuales si se casa con la persona a quien presuntamente ha violado. La pena, denigrantemente, establece que toda pena impuesta “será suspendida y anulada al cumplirse cinco años de matrimonio, a menos que haya habido divorcio o separación causada por el acusado”. También contiene una disposición que “impide entablar acciones penales contra los presuntos autores de delitos sexuales hasta que las sobrevivientes de los abusos, su padre o su tutor, si son menores de edad, o una persona con la que vivan, presenten una denuncia oficial”.
Como “grave retroceso para los derechos de las mujeres y las niñas en Mozambique” están catalogados los cambios propuestos en el Código Penal, por lo que hombres y mujeres del mundo dirigen sus miradas a la dirección de ese país, para que no promulguen una ley que supondría una gravísima regresión para los derechos de las mujeres y niñas en ese país.
Todavía el orbe presencia imágenes y contenidos que exasperan la conciencia global y hacen recordar esa sentencia que afirma que, o se logran los derechos de mujeres y niñas en el planeta, o la democracia demorará mucho en instalarse en dichos predios.
Solidaridad con mozambiqueñas
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