Siempre se ha dicho que los niños son el futuro de la patria y que en ellos está la responsabilidad de construir una mejor nación y alcanzar los avances que las anteriores generaciones no lograron; sin embargo, lo que nunca se ha proclamado es qué se está haciendo para fortalecerlos y prepararlos a fin de que ellos alcancen ese gran compromiso.
Pese a la carga tan pesada que llevan sobre sus hombros y que les harán sentir culpables de los males del futuro, también tienen que soportar en el presente, los maltratos infantiles.
De acuerdo a la directora ejecutiva de Estancias Infantiles, Lilliam Rodríguez, siete de cada 10 hogares de República Dominicana son testigos de algún tipo de maltrato contra los niños. Mientras que un sondeo realizado en 2012 precisó que el 83% de los menores de dos a cuatro años de edad son víctimas de la referida situación.
Resulta sarcástico que sea precisamente a esos niños, niñas y adolescentes a quienes se les exija que se conviertan en personas productivas y eficientes, cuando sus derechos a vivir una niñez sana y feliz son violados.
La lógica no se equivoca, por lo tanto, lo que se siembra se cosecha y la semilla que está regando la sociedad actual en la República Dominicana no es lo que se pretende recoger.
Lo que siembra, cosecha
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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