¿Quién fue Van Troi? Era un obrero electricista apresado el 9 de mayo de 1964 en Vietnam del Sur, en el momento que se disponía a colocar explosivos en el puente Cong Ly por donde pasaría el secretario de Estado de los Estados Unidos, Robert Mcnamara, y el embajador norteamericano en Vietnam del Sur, Henry Cabot Lodge.
Tanto Vietnam del Norte como Vietnam del Sur estaban en guerra. La primera pertenecía al Bloque Comunista y la segunda era protegida por los norteamericanos. Fue lo que se conoció como la guerra de Vietnam, donde las superpotencias (Estados Unidos y la Unión Soviética) luchaban por el control económico, geográfico y político del mundo.
Aunque llevan el mismo nombre de VAN TROI, Raúl Serumberto Mota Reynoso y Nguyen son dos personas diferentes en cuanto a lo moral, modo de vida y existencia. El vietnamita Van Troi era un joven de ideas revolucionarias, sensible, preocupado por su país, y esto lo llevó a sacrificar su luna de miel con su esposa Phan Tbi Quyen. El Van Troi dominicano, Reynoso Mota, trilló el camino de la delincuencia, los asesinatos y el vicariato.
La acción de Van Troi en Vietnam del Sur provocó una reacción de rabia del presidente Nguyen Khand, que ordenó liquidar la célula clandestina que integraba Nguyen Van Troi. Tanto Troi como Li y Hau, dos jóvenes detenidos luego de descubrirse el plan para asesinar a Mcnamara y al embajador Cabot Lodge, fueron torturados en las cárceles donde eran ubicados. Los garrotazos, descargas de corriente, clavadura en las uñas y otros métodos salvajes les fueron aplicados.
En un esfuerzo por liberar de estos maltratos a sus compañeros, Troi se hizo responsable de todo. El libro «Vivir como El, la vida de Nguyen Van Troi» recopilado y editado por el Frente de Liberación de Vietnam narra esta historia, llena de pasajes macabros, torturas, solidaridad, amor, firmeza y fe en el futuro. La breve biografía de Nguyen Van Troi dice: “Nguyen Van Troi, nació el primero de febrero de 1940 en el poblado de Thanh Quyt, distrito de Dien Ban, provincia de Luang Nam (Vietnam del Sur), hijo de una familia de campesinos pobres. Huérfano de madre desde niño, fue criado por su padre Nguyen Van Hoa, quien trabaja duro para sufragar los gastos de toda la familia. Cuando Troi tenía cinco años, la familia recibió un arrozal entregado por el gobierno popular que se fundó después del triunfo revolucionario de 1945. La vida se hizo menos difícil y Nguyen Van Troi pudo ir a la escuela primaria terminando el tercer grado y participar en la organización de los pioneros. Poco después, su padre fue arrestado por los franceses por sus actividades patrióticas y encarcelado hasta 1952. En 1954, la familia tuvo que huir a la persecución del régimen títere de Ngo Dinh Diem y refugiarse en Saigon. A los 14 años, Troi empezó a trabajar, aprendiendo el oficio de electricista. Así empezó a conocer la explotaciòn, la opresión y la represión por parte del régimen yanqui-diemita. Troi no se resignó a cruzarse de brazos. Logró establecer contactos con la organización Revolucionaria clandestina de Saigón y pronto se convirtió en uno de los activistas más destacados. Integró la Unión de Juventud Revolucionaria el 17 de febrero de 1964″.
Esta biografía redactada por el Frente de Liberación de Vietnam del Sur resalta que Troi cuando era interrogado decía: “Quise matar a Mcnamara porque es enemigo de la Patria. Acepto toda la responsabilidad de mi acción”. Esto enfurecía a los policías que lo interrogaban, en particular al presidente Khanh, que consideraba que era un acto de terrorismo contra un funcionario amigo.
TRATAN DE SALVAR VIDA
Van Troi fue condenado a muerte. El anuncio de la sentencia despertó un movimiento internacional de repudio y solidaridad.
En Venezuela un comando de la Fuerza Armada Nacional de Liberación dirigida por Patricio Ojeda secuestrón al teniente coronel Michael Smolen, sub jefe de la misiòn de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Informó que si Troi era fusilado, el militar norteamericano también sería ejecutado. Esto detuvo por unos días la ejecución. Una vez liberado Smolen, el 15 de octubre de 1964 a las 9:50 de la mañana en la cárcel de Chi Hoa, fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento Nguyen Van Troi. Pidió que no lo vendaran porque quería ver a su Vietnam. Lo amarraron de un palo y frente al pelotón gritó: “Recuerden mis palabras, abajo los yanquis, abajo Nguyen Khanh!!». Por tres veces gritó «Viva Ho Chi Minh!!». Fuego!!, orrdenó el oficial mientras el condenado gritaba «Viva Vietnam, viva Vietnam» y la voz de Troi fue apagada por las detonaciones.
El relato que aparece en el libro editado por el Frente de Liberación de Vietnam del Sur dice que murió a las 9 y 59 minutos del 15 de octubre de 1964, en el patio de la prisiòn de Chi Hoa.
Por su heroísmo el presidium del Comité Central del Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur, en nombre de los 14 millones de sudvietnamitas, otorgò al martir Nguyen Van Troi el título e héroe nacional y la medalla muralla de bronce de la Patria de primera clase. El Partido Popular Revolucionario de Vietnam tomó la decisión de considerar a Nguyen Van Troi como miembro del partido.
Esta obra fue traducida a varios idiomas distribuidas en el mundo. Tanto en la República Dominicana como en otras naciones, niños que nacieron días posteriores fueron bautizados por sus padres en Vietnam y el mundo con el nombre de Van Troi.
LOS VAN TROI DOMINICANOS
En la República Dominicana existen numerosos Van Troi. Son en su mayoría personas correctas pero hay algunos descarriados como es el caso de Raúl Serumberto Mota Reynoso ( Van Troi) que cayo en un enfrentamiento con la Policía Nacional el 16 de mayo del 2014 en Boca Chica. Según parte oficial de la policía esta implicado en 36 asesinatos y dirige una banda de sicarios.
Se conoce otro Van Troi, jugador estelar del baloncesto superior.
También está Van Troi, el hijo de Otto Morales, ex secretario general del Movimiento Popular Dominicano (MPD) y Miriam Pinedo.
Hay un Van Troi que es un oficial superior de la Policía.
Otros Van Troi que son médicos y profesionales, todos ejemplos que honran el nombre, mientras otros lo mancillan con sus acciones.
He contado la vida del vietnamita como está escrita. Lo demás es historia y esa es la historia tal cual fue, es y seguirá siendo sin entrar en juicio de valores, porque los periodistas no estamos para ser jueces ni fiscales, sino hombres y mujeres que narran los hechos que son noticias y se convierten en historias.
Así es amigo.
Cayó el otro Van Troi
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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