Por la seguridad y la paz

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Desde la cuna, familia, escuela, sociedad en general, se inicia ese aprendizaje que solo concluye con la muerte… Es entonces que el desarrollo individual y colectivo  se basa en esa tabla de valores que recíprocamente alimentan el día a día de una nación y cuyas medidas, cuando se  dislocan o desproporcionan, convergen en inseguridades y desaciertos que se pagan muy caros, como es el caso de la inseguridad ciudadana, que ha sobrepasado los límites en el país.
 
Recientemente, la prensa nacional publicó acerca de la firma de un convenio entre Participación Ciudadana (PC),  y la Fundación Los Seres Sol (LSS), a fin de colaborar con la educación en liderazgo y ciudadanía de jóvenes que habitan barrios de escasos recursos, cuyos vecindarios reflejan un auge delincuencial que hasta la fecha, y pese a los esfuerzos de las instituciones del orden, no han podido eliminarse.
 
Plataformas de acciones como estas requieren su multiplicación y fortalecimiento, sobre todo porque, más allá de los espacios de convivencia pacífica que pretenden crearse en los barrios y diferentes comunidades, el proyecto implica análisis que apuntan en una dirección común, imprescindible e impostergable: la educación.
 
Es cierto que, tal y como aseguraron los pactantes, ya  suman más de seis mil los entrenados de la ONG, “en los más 20 años que llevan trabajando en el empoderamiento de jóvenes y mujeres en los barrios marginados de Santo Domingo, Santiago, La Vega, San Cristóbal y Puerto Plata”; pero, se conoce que lamentablemente la violencia es amargo pan de cada amanecer.
 
Aboguemos porque iniciativas como estas se arraiguen en  las posibilidades y accesos de cada ciudadano a esos derechos que desde la niñez le atañen, para poder hablar de “reforma,  robustecimiento institucional” y sobre todo de paz en la nación dominicana.