Las nefastas noticias de niñas y niños que mueren ahogados o calcinados en el país conmueve a cualquier mortal; pero, pensar que esas muertes pudieron evitarse con un poco más de precaución es aun más lamentable.
La cifra hasta el momento asciende a 18, de los cuales 10 fallecieron quemados y 8 debido a asfixia por inmersión. La mayoría de los casos por negligencia de sus progenitores, quienes no avizoraron el peligro de dejar a una criatura cerca de un embase con agua, una vela encendida u otras dejadeces.
Las edades de los infantes oscilan entre uno y 9 años, etapa en la que se requiere de una gran supervisión por parte de los mayores. Sin embargo, la edad promedio de las madres que perdieron a sus retoños es de 20 años.
Estos hechos llaman a la reflexión de los tutores, en especial a las madres y padres jóvenes y adolescentes, para que protejan y vigilen con más esmero a sus hijos e hijas.
¡Ni una muerte más por descuidos, no permitan que tantas vidas que empiezan a florecer se marchiten a destiempo…!
¡No más descuidos!
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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