La sociedad dominicana celebra la fecha del Corpus Christi, como parte de las conmemoraciones que la iglesia católica lleva a cabo desde hace siglos.
Conocido también como la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo; anteriormente, esta fiesta era llamada Corpus Domini (Cuerpo del Señor), y su esencia misma simbolizaba el recogimiento, y un momento de reflexión válido para todos los seres humanos.
Sin embargo, lejos de lo que entraña esta ceremonia de introspección, una parte de la población espera el día de Corpus Christi con similar intención a los de la Semana Santa o Mayor, y se olvidan de asumir conductas que de una manera u otra favorecen en lo individual, en lo social y colectivo.
En una sociedad donde han tenido lugar este año más de cuarenta asesinatos de mujeres, a manos de sus actuales o exparejas, donde decenas de niños y niñas se suicidan y los atracos, sicariatos, robos y manifestaciones de violencia en general turban los días, es este momento propicio para hacer un alto en el camino y reflexionar sobre la paz interior, los problemas sociales, la inseguridad, la falta de honestidad y el necesario e imprescindible amor al prójimo.
Corpus Christi
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