San Antonio.- La celebración de los nuevos reyes de la NBA en su casa comenzó el domingo y terminó este miércoles por la noche.
Los San Antonio Spurs desfilaron por el principal cuadro de la ciudad en góndolas a tráves del paseo acuático del Riverwalk frente a cientos de miles de aficionados, que los vitorearon como pocas veces se ha visto en el estado de Texas.
Uno a uno, a partir de la primera embarcación capitaneada por el guardia francés Tony Parker zarparon en el área de La Villita, para realizar un recorrido de casi dos horas.
Siguió otra de las piezas de los llamados Tres Grandes de San Antonio, el argentino Manu Ginóbili, quien agradeció, en inglés y español, a la gente que desde muy temprano llegó a la orilla del río para apartar los mejores lugares.
«Gracias por estar con nosotros siempre», dijo Ginóbili. «Siempre han estado aquí en los momentos buenos, pero también en los malos. Y eso se valora mucho».
La gente enardecida gritaba, aplaudia, cantaba y, sobre todo, rendía tributo a un argentino que se ha robado el corazon de la gente en San Antonio, su casa los últimos 12 años.
«El año pasado fue muy difícil cuando nos quedamos a unos segundos, a un partido de conseguir el campeonato», mencionó Ginóbili. «Ya habiamos pasado por eso durante varios años y era difícil».
«Pero esta vez completamos el trabajo», agregó. «Pudimos conseguir el quinto campeonato para esta ciudad».
La última embarcación con jugadores fue la de Tim Duncan, a quien la gente pidió, rogó, exigió y suplicó que permanezca en el equipo, con el que tiene hasta el 24 de junio para decidir si ejerce su última opción contractual o se retira.
«¡Uno más, uno más!», coreaba la gente en principio y al final terminaron gritaron «¡Dos, tres, cinco, más, los que quieras, este equipo, esta ciudad es tuya!», añadieron los aficionados.
La celebración alcanzó su éxtasis en el estadio del Alamodome, donde más de 60 mil aficionados llenaron cada asiento y las sillas instaladas a nivel cancha.
Los jugadores, uno a uno, agradecieron, comentaron y celebraron ante el público, que también había llegado desde cerca de cinco horas antes, cuando se abrieron la puerta.
Los jugadores subieron al estrado a las 9 p.m. local, tiempo del Centro de Estados Unidos y sólo hicieron una promesa.
«Vamos a trabajar el doble para conseguir un sexto campeonato», dijo Kawhi Leonard, el Jugador Más Valioso de las Finales recién culminadas con la victoria en cinco partidos sobre el Miami Heat. «Ya me gustó este tipo de festejo».
Mientras, la música seguía con el tema que los aficionados espera se convierta en realidad en medio de la apoteósica celebración del quinto campeonato de su historia.
«Que no pare la fiesta, que no pare…».
Spurs celebran el desfile del triunfo
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