A pesar de perder ante Costa Rica en su último partido, Italia sólo necesitaba un empate para clasificarse para la siguiente fase del torneo y todo el mundo esperaba que fuesen capaces de conseguir un empate o ganar el partido. Esta era la última Copa del Mundo para muchos jugadores de Italia como Andrea Pirlo y Buffon, por lo que querían en la medida de lo posible, y después de la gran derrota en la final de la Eurocopa 2012 ante España, demostrar que todavía son un referente en la escena internacional.
Uruguay necesitaba ganar para clasificarse para la siguiente ronda del torneo después de una buena victoria ante Inglaterra en su último partido donde Luís Suarez anotó los dos goles. Uruguay terminó cuarto en el último campeonato Mundial y ganó la Copa América, por lo que si podían clasificarse para la siguiente fase sería visto como un nuevo éxito para este equipo.
Ambos equipos estuvieron igualados, Italia con un centro del campo más fuerte, pero Uruguay con unos delanteros muy peligrosos, por lo que el partido podría haberse decantado a favor de cualquiera de los equipos.
DESDE EL PUNTO DE VISTA TÁCTICO
Italia cambió su sistema habitual 1-4-1-4-1 de juego y utilizó un sistema 1-3-5-2 en este partido. Fue la primera vez en más de un año que Italia utilizaba dos delanteros. De esta forma trataban de tomar ventaja con la misma forma de juego de Uruguay, ya que los centrales de Uruguay están muy involucrados en el ataque y esto dejaría a los delanteros italianos 2 contra 2 con los defensores. Los tres defensores centrales, juegan en la Juventus por lo que se sentían cómodos usando una línea defensiva de tres.
Uruguay también cambió su sistema de juego a un 1-5-3-2 con Martín Cáceres convirtiéndose en uno de los tres defensores centrales. Uruguay sabía que Italia trataría de dominar la posesión y se plantaron firmes para defender bien y tratar de jugar en un estilo de contraataque con Cavani y Suárez, siendo estos jugadores las opciones de ataque más avanzadas. Cavani volvió a ser el delantero que ayudaba al centro del campo y trataba de ser el enlace con el jugador más avanzado en la fase ofensiva.
Fue un partido donde ambos equipos defendieron muy bien en la primera parte, de hecho no hubo muchas oportunidades de gol para ninguno, según el partido fue avanzando se generaron más oportunidades y ambos trataron de ganar el encuentro en la segunda mitad.
LA BATALLA EN EL CENTRO DEL CAMPO
Clave de Italia para el control de este partido sería Andrea Pirlo. Fue el jugador clave en la construcción de los ataques, especialmente con De Rossi en el banquillo, y se dejó caer entre las líneas de defensa y el centro del campo, lo que permitía a Veratti y Marchisio ir hacia adelante y dar apoyo en ataque.
El problema de esta maniobra es que Uruguay la identificó y, como en muchos otros partidos, dispusieron un jugador para vigilar a Pirlo y ejercer presión sobre él para que no pudiese recibir la pelota y, que cuando la recibiese, asegurarse que no pudiese tener influencia en el partido. Cavani fue el jugador de Uruguay encargado de hacer este trabajo.
Los centrocampistas centrales de Italia Pirlo, Veratti y Marchisio eran muy estáticos y no aportaron mucho movimiento. Cuando Pirlo estaba bajo presión ni Veratti ni Marchisio dieron ningún apoyo en los primeros compases del partido, pero a medida que avanzaba, Veratti se convirtió en el hombre clave en la construcción de los ataques y que causó muchos problemas a la selección uruguaya.
Los uruguayos eran muy conscientes de lo peligrosos que podían ser los centrocampistas italianos por lo que se aseguraron de que no recibiesen en ningún momento el balón. Podemos ver a Pirlo (círculo), el jugador a su lado es Cavani y aunque en esta imagen vemos a todos los centrocampistas de Italia bajo presión, Pirlo, era el objetivo principal. Observamos como los dos defensores centrales, Barzagli y Chiellini avanzan para apoyar el ataque, y de nuevo lo cerca que están los dos delanteros italianos.
Una vez más podemos ver que Pirlo está marcado por Cavani muy de cerca, pero a medida que el partido avanzaba, Verratti consiguió encontrar espacios y se convirtió en el hombre clave para sus defensores cuando buscaban la construcción de los ataques. Cuando Verratti recibía el balón la defensa uruguaya basculaba hacia él, lo que aprovechaba Marchisio para moverse entre las líneas.
Este es el posicionamiento defensivo de Uruguay en el partido, para una vez recuperado el balón intentar combatir a Italia con contra ataques. Podemos ver lo organizados que estaban en defensa y la agresividad con la que presionaron a los jugadores italianos. Cavani está de nuevo muy cerca de Pirlo. Suárez es el delantero más alejado para esperar los pases después de que se recuperase el balón y se iniciase la fase de ataque.
En esta imagen podemos ver la manera de atacar de Uruguay hasta la expulsión de su jugador. Cada vez que recuperaba el balón, Luis Suárez realizaba movimientos en profundidad para tratar de ganar la espalda de la defensa italiana.
En la primera mitad los movimientos de los delanteros italianos no eran muy buenos y no generaron ningún riesgo para la defensa uruguaya. Mario Balotelli fue sustituido en el descanso y Parolo entró en su lugar y pudimos ver la diferencia inmediatamente. El movimiento de Immobile hacia el balón atrayendo a su defensor uruguayo con él, lo que generaba espacio a su espalda para que Parolo lo pudiese aprovechar.
LA EXPULSIÓN
La tarjeta roja a Claudio Marchisio tuvo un efecto enorme en este partido. Cuando fue expulsado significó que Italia tendría intentar aguantar el resultado, que en ese momento era de empate a cero. Entonces fue cuando cambiaron su sistema de juego a una forma mucho más defensiva tratando de detener a Uruguay sin asumir riesgos.
Uruguay necesitaba ganar y la expulsión les hizo ser mucho más ofensivos. El equipo cambió a su sistema de juego habitual, 1-4-4-2, con el centro del campo en forma de rombo. Esto también permitió que juagasen la mayor parte de la segunda mitad en el medio campo de Italia, y mantener la presión sobre ellos. Uruguay creó más oportunidades en el segundo tiempo y finalmente consiguió su objetivo.
Después de la expulsión de Marchisio, Italia siguió con el mismo sistema de juego, 1-5-3-1, solo que con un solo delantero, lo que la hizo adoptar una postura más defensiva, tratando de mantener el empate. Tuvieron un par de ocasiones, pero ninguna de ellas clara. La verdad es que Italia se mostró muy pobre en este partido.
Uruguay trató siempre de ganar el partido en la segunda mitad, pero la expulsión del jugador italiano les permitió cambiar su sistema de juego, por uno más ofensivo. Volvió a su habitual 1-4-4-2, y empezaron a ejercer presión sobre la defensa italiana. Stuani estuvo excelente en el apoyo a Cavani y Suárez y causó muchos problemas a Italia. La forma de rombo en el centro del campo generaba amplitud y dificultaba la maniobra ofensiva a los italianos. Lo que generó espacio en las zonas avanzadas más peligrosas.
La expulsión de Marchisio empuja a Uruguay a la victoria
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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