Revolucionario Dominicano, Miguel Vargas Maldonado, formuló un llamado a la militancia disgustada de ese partido, a sepultar las porfías y las malquerencias estériles para alcanzar el poder en el 2016.
Al parecer, y conociendo la hasta ahora insoluble problemática de la organización, podemos inferir que al PRD no le valen consejos; la gran mayoría de su militancia parece haber fabricado una coraza blindada contra cualquier sugerencia encaminada a deponer actitudes, sin actuar como la tripulación de esos barcos que se hunden y a la que no les queda otro remedio que lanzarse al mar para no ser arrastrados por el remolino que deja la nave tras de sí en su descenso hacia las profundidades abisales.
Este tipo de llamado no es nuevo, no es el primero ni será el último para tratar de resolver una situación que el partido blanco lleva en los genes de su estructura política, desde su nacimiento en la Habana de 1939.
De ahí que ni el mismo Profesor Juan Bosch o el Dr. José Francisco Peña Gómez lograran superar las desavenencias internas de la entidad y fueran envueltos ellos mismos en el tornado de las anomalías generadas en ese partido.
Y es que en el PRD de Vargas, Hipólito y Abinader, mucho antes de la división actual, se había ido perdiendo la facultad de deliberar. Por eso, aún no se divisa la luz al final del túnel, pues no puede existir concertación alguna donde todos persisten en mantenerse anclados en sus respectivas posiciones sin escuchar las razones de los demás, porque mientras no se eliminen las ambiciones políticas desbordadas, la desarmonía seguirá campeando por sus fueros en el denominado partido de la esperanza nacional.
En Entérate Ahora, el llamado de Vargas nos parece positivo, pero sus adversarios podrán opinar que el presidente llama a la armonía y a la unidad del partido sin abandonar su posición de titular reconocido de una entidad con fuertes problemas internos.
Miguel quiere ser el candidato del partido del jacho en el 2016; Hipólito Mejía y Luis Abinader albergan esas mismas pretensiones. Y como en ocasiones el peor enemigo es la persona del mismo oficio o aspiraciones, y teniendo en cuenta que existe una sola silla en la que todos se quieren sentar.
Auguramos que el impasse del PRD se mantendrá de no aparecer una figura rectora con la fuerza, el magnetismo, el carisma y la capacidad mediatizadora necesarias para ganarse el respeto de ser oída al llamar a los líderes de ese partido a la cordura, para buscar soluciones potables y cristalinas, sin acuerdos de aposentos, a la vista de todos a fin de lograr una convergencia capaz de restablecer la grandeza del mayor partido de masas en la historia de nuestro país.
Aproximadamente a 23 meses de las elecciones presidenciales en Dominicana, tanto Abinader, Hipólito como Miguel mantienen aspiraciones irrenunciables a montarse en el carro de la candidatura a la presidencia de la república y no se vislumbra que vayan a deponer sus inclinaciones.
Con esa actitud se mantendrá el actual atolladero que llevará al partido a una nueva e irremisible derrota, de no escucharse los consejos y advertencias de personas, militantes e instituciones amigas de la organización.
Ojalá que como dijo Vargas al final de su recorrido por los sectores de Villas Agrícolas, Villa María y 27 de Febrero, de la capital dominicana, el PRD institucional y los elementos dispersos de esa colectividad política, puedan sepultar los odios, las desconfianzas y otras rémoras morales que impiden a la gran nave perredeísta volver a salir a flote para navegar en los mares de la política nacional.
Si el PRD no se lleva de consejos, no morirá de viejo
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Story
Page