Nada como volver sobre los pasos cuando las cosas no andan bien o los resultados no son los esperados. Desde el pasado 7 de enero, cuando tuvo lugar la primera reunión del Diálogo de la Comisión Bilateral de Alto Nivel República Dominicana-Haití, la comunidad mundial ha estado al tanto de los resultados.
Hubo una segunda vez, cuando ambas representaciones de los dos gobiernos se dieron cita en la comunidad fronteriza de Jimaní y la tercera se celebró simultáneamente en Santo Domingo y Puerto Príncipe. O sea, los ministros de Comercio y Salud de República Dominicana viajaron a Haití y la ministra de Turismo y de Interior del vecino país estuvieron junto a sus homólogos en Santo Domingo.
Entre encuentros, sucesivamente, se han dado seguimiento a los acuerdos de las reuniones anteriores, hasta que el inicio del Plan de Regularización de extranjeros ilegales en la República Dominicana, amparado por la Ley de Naturalización, que mantuvo un impase, el cual se rompe ahora con esta nueva edición del Diálogo Bilateral, esta vez en Juan Dolio, territorio dominicano.
Si bien las autoridades esperan un balance de los acuerdos en materia de comercio, salud, turismo, migración, agricultura, seguridad y medio ambiente, el tema de la naturalización no puede obviarse en la agenda.
La situación de los miles de haitianos residentes ilegalmente en República Dominicana, que podrían conseguir sus residencias, actas de nacimientos y otros documentos, a fin de esclarecer su situación migratoria y encauzar sus vidas, es un problema de aquí y de allá.
Prestarle la máxima atención y dialogar con profundidad y respeto en tal sentido, sería uno de los principales logros de estos diálogos entre República Dominicana y Haití.
Se espera la certeza de una estrategia en relaciones dominicanas y haitianos, factor que haría eficaz la cita de esta Comisión Mixta Bilateral. Otra vez ambos países esperan resultados…
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