Estamos en el momento esperado de las vacaciones, tanto escolares como laborales. Son soplos de reencuentro familiar, que motivan las visitas a la casa de abuela y abuelo, así como a la identificación de quienes ya crecieron. Se mueven los recuerdos de otras etapas de esa niña o niño que jugaba y hoy adolescente, todavía viaja con sus progenitores, pero tiene otros intereses manifestados en sus nuevas maneras.
Las empresas turísticas anuncian viajes, recorridos históricos o antropológicos y ofrecen premios. Las revistas publican las vacaciones en familia de ciertas personalidades. En los restaurantes, se ven mesas ampliadas con consumidores de varias generaciones que quizás solo se pueden reunir así, una vez al año.
En ese instante, sería bueno levantar la vista y analizar la cantidad de personas que trabajan para quienes están de descanso escolar o laboral. Otra perspectiva a tener encuentra en este mismo tiempo de vacaciones.
Miles de trabajadores en la gastronomía, la hotelería, transportistas, tiendas con horarios extraordinarios, en el cine, las actividades culturales, deportivas y en la producción continúa. Esos hombres y mujeres no están de vacaciones, cumplen la norma laboral muchas veces más larga.
¡Dónde quedan las hijas e hijos menores que sí están de receso? Se pueden descubrir otras alternativas para su atención: enviarles con otros familiares, contratar personas que les cuiden, matricular en cursos de verano, campamentos de recreo o en muchas
ocasiones, quedarse en la soledad de la casa frente a la televisión o el video juego.
Cómo asegurar ese tiempo de acercamiento emocional, esa gran oportunidad para que esos hijas e hijos fortalezcan la identidad familiar que la publicidad anuncia para cada período vacaciones, si tú tienes que trabajar para asegurar el sustento y hasta para reunir para el gran desembolso que significa, el próximo regreso a clases con la matricula, uniformes, libros, etc.
Cada mujer, madre y trabajadora que cumplen sus deberes laborales en los días festivos, los puentes y las vacaciones, largas o cortas, requiere de nueva participación social, en la llamada aplicación de la Igualdad Sustantiva, esa legislación pensada para desconstruir las desigualdades.
Urge perfeccionar el papel de cada estado, de las organizaciones civiles, las ONG y hasta las organizaciones religiosas a fin de asegurar, el funcionamiento de guarderías, planes especiales de vacaciones destinados a esa comunidad infantil con madres trabajadoras y de padres solteros incluidos.
Las vacaciones tienen esa doble realidad: Quienes disfrutan y quienes trabajan para que se logre ese merecido descanso. El tema de la conciliación de la vida laboral y de la familia, debe ser objeto de un debate profundo en la esfera legislativa, donde se analicen otras posibilidades para que las empresas estatales y privadas, puedan disponer de mayor flexibilidad a fin de modificar los contratos del personal que trabaja y descansa en tiempos diferentes a la mayoría de la población.
Un paso hacia el futuro, porque la sociedad no es homogénea sino requiere de la diversidad de oportunidades y pueden influir en crear nuevas fuentes de empleo para estas etapas vacacionales.
Nuestra consideración y respeto a hombres y mujeres profesionales de los medios de comunicación, quienes también trabajan durante este período vacacional y permiten que Ud. en época de vacaciones, pueda tener un ejemplar o revisar en las redes digitales una nueva edición de Ecos de la Costa, escuchar un noticiero radial o televisivo y disfrutar de la música en la radio.
¡Tiempo de vacaciones!
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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