El alto índice de adolescentes embarazadas a nivel mundial supera los 16 millones de mujeres en edades entre 15 y 19 años. El 95% de estos nacimientos se producen en países de bajos y medianos ingresos, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en enero pasado.
A esta sorprendente cifra no escapa la República Dominicana, quien registra una cantidad de adolescentes en gestación, lo cual implica entre el 25 y el 30% de las féminas que no superan los 19 años de edad y sitúa al país como el quinto de América Latina con esa problemática.
Esta situación está directamente relacionada con la mortalidad materna, infantil, así como a la falta de educación sexual que recibe la juventud, la desigualdad social, abortos no asistidos, poco acceso al uso de anticonceptivos y carencia de políticas públicas eficientes que coadyuven a la prevención de embarazos en menores.
Además, existen otros factores como embarazos por violaciones ejecutadas por personas allegadas a la niña, quienes aprovechan la ausencia o descuido de los padres para cometer el abuso, ya que en su mayoría pertenecen a clases sociales muy bajas y con un grado de escolaridad insignificante.
Ante este panorama, expertos de diversos países y entidades internacionales realizaron un taller subregional sobre los Instrumentos Aplicables para la Revisión de los Planes Nacionales de Salud de la Niñez y la Adolescencia, con el objetivo de controlar este problema.
En ese sentido, Mariangela Freitas da Silveira, asesora de salud reproductiva del Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP – Uruguay), expresa que debido a que los adolescentes están teniendo relaciones a muy temprana edad, la República Dominicana necesita iniciar la educación sexual en la infancia para compensar la disparidad.
“Así como se le enseña a un niño a cepillarse sus dientes y a cuidar de su higiene personal, de esa misma forma hay que orientarle sobre salud sexual, consecuencias y cómo prevenir enfermedades y embarazos no deseados”, afirma la especialista en epidemiología.
En tanto que el asesor de Derechos Humanos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Javier Vásquez, entiende que si los actores de la sociedad se empoderaran, mejoraría la salud de la niñez y los gobiernos que por alguna razón no implementan acciones efectivas a favor de la protección de la población juvenil estarían presionados a hacerlo.
Agregó que la sociedad civil, el sector privado y los periodistas deben tomar un papel más activo a través del conocimiento y los mecanismos de protección a nivel nacional, regional y universal de los derechos humanos. “Porque sin la salud, el resto de los derechos humanos, civiles, políticos, sociales y culturales, son muy difíciles de alcanzar y de ejercer”, sostuvo.
En ese orden, Vásquez precisó que los retos que debe enfrentar cada país de la región son desnutrición, obesidad, uso del tabaco, sustancias controladas, alcohol, salud sexual y reproductiva (incluso educación en escuelas primarias y secundarias), además del acceso a la planificación familiar y la reducción de la mortalidad materna en adolescentes.
Con relación a la mortalidad materna e infantil, la representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Sara Menéndez, asegura que la mayoría de las muertes, tanto de la madre como de la criatura, son evitables si se siguieran los protocolos establecidos.
“Independientemente de que cuenten con estructuras físicas adecuadas, si no existe un personal médico calificado, que ofrezca un servicio de salud de calidad, donde las intervenciones se realicen a tiempo, con insumos suficientes y acorde a las guías médicas para cada procedimiento, no se registraran tantas defunciones de parturientas y bebés”, aclara Menéndez .
La delegada de Unicef precisa que el nivel de riesgos de deceso infantil está desde 0 a 28 días de nacidos, muchos de los cuales son por asfixia neonatal, asepsias o un servicio de salud deficiente. Así como el poco personal de enfermería.
Los especialistas coincidieron en que República Dominicana debe trabajar mucho más para reducir las consecuencias negativas que vive la niñez y fortalecer los derechos infantiles que conlleva a cumplir los Objetivos del Milenio y eliminar la desigualad que mantiene relegados a los inminentes protagonistas del futuro de la nación.
Organismos internacionales preocupados por niñez dominicana
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