El ministro de Defensa, almirante Sigfrido Pared Pérez, habla de las medidas especiales de control y vigilancia adoptadas en la frontera con Haití, a fin de impedir la entrada a territorio dominicano de centenares de presos que escaparon de la principal prisión del vecino país. Por su parte, las autoridades haitianas se mantienen en contacto con las dominicanas, debido a que dichos individuos son sumamente peligrosos y andan fuertemente armados.
Pared Pérez confía en mantener “una firme viabilización de los problemas que se dan en la frontera”, pero no desestima que a pesar de las medidas de seguridad, “se corre el riesgo de que los reos puedan penetrar al país”.
Los principales puestos fronterizos han sido reforzados, “básicamente en los límites más cercanos al penal de donde huyeron los presos, así como el aumento del personal que labora en los predios fronterizos”; pero el razonamiento se abre paso con mayor fuerza ahora: la frontera dominico-haitiana es prácticamente intangible y República Dominicana ha sufrido durante decenios la corrupción de muchos “vigilantes”, que lejos de cuidar- ya sea por carencias materiales o éticas; también falta de responsabilidad- han descuidado ese hilo divisorio, casi inexistente para algunos…
José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), se ha referido al esfuerzo del presidente Danilo Medina a fin de hallar una solución a la situación creada por la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, “…para que todos los afectados encuentren un lugar digno en la sociedad dominicana”; pero, esta afirmación no significa descuidar y admitir que en vez de cumplirse un Plan Nacional de Regulación de extranjeros, se desorganice el estatus migratorio aquí y, encima, se creen situaciones tan peligrosas como la intromisión de los fugitivos de la penitenciaria, tan peligrosos allá y acá…
Frontera intangible
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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