La climatología, el cuidado de los neumáticos y el número de paradas, factores clave
CarandDriverTheF1.com vuelve a ofrecer -en exclusiva y en español- el informe estratégico realizado por James Allen con UBS. El circuito de Monza pondrá a prueba las capacidades de pilotos y equipos para encontrar una buena puesta a punto y saber cuidar los neumáticos. En un trazado con baja carga aerodinámica y la mayor velocidad de la temporada, las escuderías tendrán que conjugar una buena estrategia si lo que quieren es coronarse en el templo italiano.
Monza es el circuito más rápido del calendario de F1, en él se alcanzan los 360 kilómetros este año, debido a la reducción de la carga aerodinámica en los coches. La estrategia también es importante ya que el pit lane es largo y los coches que permanecen en el circuito ruedan a velocidades altas, así que es fácil perder posiciones si se cometen errores de estrategia.
Monza suele ser una carrera de una parada, pero este año Pirelli ha realizado cambios para animar a que se haga una parada más que en 2013. De todos modos, debido al calentamiento de los neumáticos y al rodaje a velocidades altas, los coches están obligados a traer neumáticos intermedios y duros, con los que probablemente seguirán la estrategia a una parada. Evaluar el rendimiento de los neumáticos durante los entrenamientos del viernes es algo clave. Pero que vayan a una parada no significa que no vaya a haber tensión estratégica, dependerá de los ataques durante la carrera, con qué neumático se empieza, y el momento de la parada será decisivo para el resultado.
En 2012, vimos a Sergio Pérez escalar desde la posición 12º hasta el segundo cajón del podio, gracias a la inteligente estrategia de comenzar con el neumático duro, hacer un primer stint largo e ir adelantando a los coches poco a poco con los intermedios. Funcionó a la perfección y consiguió un podio para Sauber.
Monza no es un circuito particularmente duro con los neumáticos ya que hay algunos curvas rápidas, que son una inyección de energía para estos. El trazado es básicamente una serie de rectas largas y chicanes. Sólo hay tres curvas tradicionales, las dos Lesmo y la Parabólica.
Los adelantamientos son habituales en Monza, pero la influencia del DRS se reduce aquí porque los coches ruedan con baja carga aerodinámica, menos alerón, lo que quiere decir menos agarre cuando se emplea el DRS.
Una de las decisiones clave es cómo equilibrar el uso del DRS (da un empuje de entre 6 y 8 kilómetros por hora de velocidad), mientras no se usa el limitador de revoluciones. Este año los equipos tienen una octava marcha y es probable que hagan cambios con la maxima velocidad en mente.
