La Asamblea General de las Naciones Unidas determinó que cada 21 de septiembre se celebre el Día Internacional de la Paz, decretado a fin de “reforzar los ideales de la paz en todas las naciones y pueblos del mundo”.
Lo triste es que esta hermosa palabra, procedente del latín “Pax”, significa resolver mediante acuerdo; e implica la solución de los conflictos “con el diálogo y la comprensión…”, conceptos todos estos que se alejan de esa escalofriante realidad que muestra a niñas, niños, mujeres y seres humanos inocentes asesinados bajo metrallas bélicas, como ha tenido lugar en Palestina.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha hecho en este nuevo aniversario “un llamamiento a las naciones, las comunidades y las personas para que renuncien a los conflictos y promuevan la armonía”, con el recuerdo de que el tema del Día en este 2014, refleja el Treinta aniversario de la Declaración de la Asamblea General sobre el Derecho de los Pueblos a la Paz.
Pero, pese a que su mensaje central clama a “actuar unidos como una familia humana para hacer que el derecho a la paz se convierta en una realidad, alentando a los combatientes a que depongan sus armas”, resulta que “el terrorismo y la guerra, las familias traumatizadas cuyos hogares y futuro se encuentran en ruinas, los países cuyo desarrollo se ha visto retrasado por decenios”, enseñan su triste faz en la efemérides.
De todos modos, este 21 de septiembre, conciertos por la paz tendrán lugar en el mundo, y tanto las grandes ciudades, como los pequeños pueblos transmitirán ese mensaje esencial dirigido al valor de la diversidad humana y la fortaleza de la unidad, tal y como solicita Ki-moon.
Ojala el clamor sea escuchado y cumplido.
Por la paz
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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