“Cautivo de mi Verdad” es el libro de Braulio Torres, que incita a las nuevas y anteriores generaciones a transitar por capítulos, que según el autor, intentan “atrapar y narrar vivencias e historias, algunas ya olvidadas, como lo que significó en su época la instalación de una fábrica de municiones y armas en San Cristóbal y la sustracción de pertrechos por parte de un arriesgado grupo de luchadores por la democracia del país cuyos nombres, en su mayoría, permanecen en el anonimato…”.
Fundador y uno de los principales dirigentes del Partido Comunista Dominicano (PCD), de origen campesino, Braulio Torres conserva la agudeza de la mirada y esa profundidad que marca a quienes han tenido que trabajar y luchar mucho. No es para menos, a quien desde los 8 años tuvo su primera labor como asalariado, infierno de faenas que alejan la niñez de sus genuinos privilegios; pero que en su caso acercaron experiencias y sacrificios que le orientaron por el mejor de los caminos: el de las luchas revolucionarias.
Invitado al programa radial y televisivo ¿Qué Pasa Hoy?, transmitido por los servicios radiales y televisivos de este multimedios DominicanosHoy, Torres conversó sobre “Cautivo de mi Verdad”, cuyas páginas, dijo, “se apoyan en documentos, anotaciones y fotos reveladoras de lo que ha sido nuestro interés en dejar constancia de la que es y será mi verdad”.
Recuerda el autor que la idea de escribir la obra surgió por la sugerencia que le hacían amigos, compañeros y personas del pueblo que conocían su trajinar en la izquierda dominicana y entendían que debía recoger esas vivencias.
“Pero, en verdad, mi preparación en las filas del partido no estuvo vinculada al arte de escribir, sino desde el punto de vista militar y en el trabajo directo con organizaciones sociales”.
-¿Fue difícil adentrarse en el mundo de las letras?
“Sí, mucho, soy un hombre de origen campesino y sigo siendo así. Pero hubo personas importantes que se enamoraron de la idea y pusieron todo su empeño para que saliera a la luz. De todas ellas son estas páginas…”.
-¿Cuáles fueron los principales problemas que impidieron la permanencia del PCD en el escenario político del país?
“La sociedad dominicana ha padecido un mal generalizado, que consiste en las ideas caudillistas, totalitarias, esas por las que alguien pone su ego por encima de los demás y perjudica sobremanera.
“Tengo la certeza de que como organización política fue entre todas las agrupaciones que interactuaban en las décadas de los 70 y los 80, la que tuvo mayor potencial para convertirse en ese anhelado movimiento vanguardista deseado por la mayoría…”.
-¿Qué sucedió entonces?
“Hubo un momento en el cual tuvo una sólida estructura, que marcó mayor esplendor, pues contó en su membrecía con centenares de militantes a nivel nacional. Heredó la mística del primer partido marxista leninista en el país: el Partido Socialista Popular, y también se nutrió con parte de los expedicionarios de 1959; surgió con un amplio abanico de relaciones internacionales. En sus filas se enrolaron estudiantes de diversas áreas, campesinos, obreros, con una influencia extensa en los sectores del activismo de las estructuras de izquierda…
“Pero, prevaleció esa contradicción entre los dirigentes más influyentes, quienes podían decidir, y frenaban la intención de desarrollar un proyecto político sincero y genuino, capaz de ascender al poder.
“Cuando no se actúa con apego a una serie de normas, entonces hay dualidad. El partido nunca quiso aceptar que había hecho acuerdos con Balaguer. Existen muchos fenómenos que se dieron e influyeron en los cambios; tampoco se confió en un programa. Todo se hacía en relación a una persona y se requiere de un instrumento que ayude a obtener los objetivos: ese instrumento era el partido”.
-No obstante, ¿fueron legalizados finalmente…?
“Sí, aun cuando fue con palanca del balaguerismo, se consiguió el reconocimiento de la Junta Central Electoral, personería que nunca debió perderse…“.
-¿Cuáles otros factores influyeron en la desintegración del PCD?
“No solo se requiere de carácter, formación, entereza, o valor para dirigir una situación como la que vivimos. Muchas interrogantes vienen a mi mente y están escritas en mi libro: ¿Por qué no cuajó nuestro proyecto? ¿Dónde nos perdimos? ¿Quién o quiénes somos los culpables? ¿Tienen algunos dirigentes más culpa que otros? ¿Es sensato echar culpas? ¿Podríamos recuperar el espacio perdido?
“Quizás ni sea tan importante ahora responderme todo esto. Sería más viable en esta nueva coyuntura que la izquierda se reagrupe y haga suyo un proyecto de país que nos reviva la utopía expresada por medio de nuestras ideologías, y que tenga incidencia en una amplia escala de valores que repercutan definitivamente en los diferentes aspectos de la vida social, política, económica y cultural. En fin, en bien del colectivo”.
-Finalmente, ¿cómo ve el futuro de República Dominicana?
“Aquí hay líderes, Leonel Fernández es uno de ellos, igual que Danilo Medina y otras personas que tienen ese don; que usted simpatice o no con ellos eso es otra cosa. En lo que respecta a la izquierda, no veo en lo inmediato algún líder; pero, considero que las experiencias del PCD pueden servir en estos nuevos tiempos y en el propósito común de lograr un fortalecimiento de nuestra democracia”.
“Cautivar la verdad”, con la historia a cuestas
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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