No solo sufrió “shock” el presidente Danilo Medina, cuando supo de la muerte de los menores en el hospital Robert Reid Cabral. La sociedad dominicana se conmovió y sigue en ese estado, en espera de respuestas contundentes, porque no es verdad que se pueda justificar que existan “fines de semanas elegidos por la parca”, ni que sean precisamente esos días los factibles para que sucedan tragedias tales.
Las comisiones fueron creadas ahora, pero debieron existir desde la primera vez que tuvieron lugar los hechos. Las declaraciones de la directora de dicho centro asistencial Rosa Nieves Paulino, dejan mucho que desear al afirmar que “los números establecen unas estadísticas macabras de cinco fallecimientos de infantes por día”, y encima, que “hay fines de semanas en los que el número de muertes supera los once ocurridos los días 3, 4 y 5 de octubre.
Se comenta que desde otros hospitales y clínicas llegar al Robert Reid criaturas ya desahuciadas, y por eso aumenta el índice de mortalidad. Pero, claro que “la muerte de un solo niño debe y tiene que preocupar al personal de salud del principal hospital infantil del país”, tal y como aseguró la propia Nieves Paulino, al conversar con la prensa y no es posible considerar como natural que esto suceda, porque ya ha ocurrido antes.
Precariedades, fallas en el nivel de presión del sistema de suministro de oxígeno, averías técnicas…todo esto puede incidir y hasta coincidir; pero, nada ni nadie puede justificar que sigan muriendo en el país 21 menores, antes de cumplir los 28 días, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), y que de ellos, 96 corresponden al hospital Reid Cabral, desde el viernes 3 de enero, hasta el pasado 5 de octubre, que destapó la caja de pandora.