La Conferencia Oeste es la más ardua de la NBA, y dentro de ella también reside la división más difícil de la liga, la División Sudoeste.
Dicho grupo está compuesto por nada menos que por los defensores del título, los San Antonio Spurs, unos Houston Rockets en ascenso (talento puro), los Memphis Grizzlies (pura garra y corazón), los New Orleans Pelicans (Anthony Davis and Company) y los Dallas Mavericks (fija de los playoffs cada año).
Todos y cada uno de esos cinco equipos cuentan con argumentos sólidos para no solo clasificar a la postemporada, sino que para aspirar a decir presente en mayo y junio cuando los contendientes se separan de los pretendientes.
Cuatro de sus cinco integrantes terminaron entre los mejores ocho clubes de la NBA en la última temporada regular obteniendo un boleto a la siguiente instancia, y hay que remontarse hasta el 2010 para encontrar una campaña en la que menos de tres de conjuntos del Sudoeste lograron avanzar a la postemporada.
Vaticinar cual equipo será el que se quedará afuera de la fiesta esta temporada es ridículo, pero alguien tiene que terminar último en la división por simple lógica, ¿no?, así que repasemos el panorama de la salvaje División Sudoeste.
1. San Antonio Spurs
Marca la temporada pasada: 62-20. Campeones de la NBA.
Altas notables: Austin Daye, Kyle Anderson.
Bajas notables: Ninguna.
Fortaleza: Continuidad y experiencia. La base del campeón está intacta y Gregg Popovich no va a permitir que sus jugadores se duerman en los laureles. La temporada regular es apenas un precalentamiento para los Spurs antes de que la verdadera defensa de la corona comience para ellos en los playoffs.
Debilidad: Marca perimetral en defensa. Los campeones vigentes no cuentan con una debilidad evidente, después de todo por algo son inigualables, pero si existe una entonces los Dallas Mavericks la expusieron en la primera ronda de los playoffs la temporada pasada.
Cuando grandotes como DeJuan Blair y Dirk Nowitzki acaparaban la atención, entonces Monta Ellis y Devin Harris se hacían un festín atacando el aro con la ruta hacia él despejada. Sin embargo, ni siquiera eso pudo detener a los Spurs y luego ni los Portland Trail Blazers ni el Oklahoma City Thunder ni el Miami Heat lograron hacerlos sufrir de la misma manera, así que no se hagan muchas ilusiones.
Factor X: Hambre de gloria. Los Spurs han ganado cinco campeonatos durante los últimos 15 años (1999, 2003, 2005, 2007, 2014) pero nunca han logrado repetir como campeones de la NBA. ¿Acaso será esta la temporada en que su dinastía añade un logro más a su leyenda? Todo dependerá de la manera en que un conjunto experimentado reaccione a haber disputado 228 partidos durante las últimas dos temporadas, más que cualquier otro equipo de la liga desde el 2012.
2. Houston Rockets
Marca la temporada pasada: 54-28. Primera ronda de los playoffs.
Altas: Jason Terry, Trevor Ariza, Kostas Papanikolaou, Nick Johnson, Joey Dorsey, Tarik Black.
Bajas: Chandler Parsons, Omer Asik, Jeremy Lin, Omri Casspi.
Fortaleza: La dupla Harden- Howard. Si James Harden y Dwight Howard llegan a su techo y se potencian mutuamente, entonces ellos dos podrían llegar a llevar a Houston a la cima no solo de su división, sino que también del Oeste.
Howard promedió 18 puntos y 12 rebotes por partido la temporada pasada y es de elite con su defensa en el poste bajo, mientras que Harden puede anotar 50 puntos y que parezca como si no se hubiese esforzado para lograrlo. Lo que les falta para perfeccionarse es consistencia y continuidad.
Debilidad: Individualismo. Houston es un plantel que cuenta con un ego más grande que una casa, y eso comienza con sus dos principales estrellas. No hay excusa esta temporada para que los Rockets vuelvan a terminar decimoctavos en el rubro de asistencias al contar con tiradores como Terry y Ariza.
Jueguen de adentro hacia afuera, sean generosos y no hay manera que terminan fuera del Top 10. Las aislaciones de Harden y darle la pelota a Howard en el poste bajo no tienen por qué ser las únicas dos opciones del equipo.
Factor X: La capacidad defensiva de Harden. El escolta de 25 años trabajó junto a Tom Thibodeau en el aspecto defensivo de su juego antes del Mundial de España con la Selección de Estados Unidos, queda por verse si eso rinde sus frutos.
Harden fue horrendo en defensa la temporada pasada, no pudo parar ni a un taxi en hora pico, y una mejora personal por más marginal que sea en ese aspecto ayudaría mucho a un equipo que permitió 103,1 puntos por partido y fue la octava peor defensa de la liga a pesar de contar con un tres veces defensor del año como Howard.
3. New Orleans Pelicans
Marca la temporada pasada: 34-48. No clasificaron a los playoffs.
Altas: Omer Asik, John Salmons, Jimmer Fredette, Patric Young.
Bajas: Al-Farouq Aminu, Anthony Morrow.
Fortaleza: La dupla Davis-Asik. Posiblemente la mejor en el poste bajo no solo de la división, sino que de la NBA (perdón, Marc Gasol- Zach Randolph y Pau Gasol-Joakim Noah).
La llegada de Asik va a ser un gran alivio para Davis, el líder en bloqueos de la NBA, y Nueva Orleans probablemente ascenderá del puesto 22 a los mejores cinco equipos de la liga en el rubro de rebotes gracias a ellos dos, quienes además potenciarán a una defensa que sufrió por la falta de continuidad la temporada pasada.
Debilidad: Sus aleros. A ver, Tyreke Evans no es un alero, es un escolta enmascarado como tal y es sumamente inconsistente, mientras que su relevo John Salmons promedió cinco puntos por partido en 60 encuentros con los Toronto Raptors la temporada pasada.
El resto de la división cuenta con Kawhi Leonard (Spurs), Chandler Parsons (Mavericks), Trevor Ariza (Rockets) y Tony Allen (Grizzlies). Suerte compitiendo con eso.
Factor X: Las lesiones. Este es un equipo que ganó 34 partidos la temporada pasada a pesar de que dos jugadores clave como Ryan Anderson, Jrue Holliday y Eric Gordon se perdieron 60, 48 y 18 compromisos por lesión respectivamente.
Sus esperanzas de clasificar a la postemporada dependen en gran parte de la salud de esos tres jugadores.
4. Dallas Mavericks
Marca la temporada pasada: 49-33. Primera ronda de los playoffs.
Altas: Chandler Parsons, Tyson Chandler, Jameer Nelson, Richard Jefferson, Al-Farouq Aminu, Raymond Felton.
Bajas: José Calderón, Shawn Marion, Shane Larkin, DeJuan Blair, Wayne Ellington, Samuel Dalembert.
Fortaleza: Arsenal variado en ataque. La octava mejor ofensiva de la temporada pasada se verá potenciada por la llegada de Parsons y Nelson mientras Dirk Nowitzki sigue siendo el foco de atención en el atardecer de su prestigiosa carrera.
Dallas contó con el segundo mejor porcentaje de triples encestados (38,4%) la campaña pasada y eso tampoco va a desentonar en el 2015.
Debilidad: Control del balón. Dallas ganó 49 juegos la temporada pasada gracias en gran parte a que era un equipo disciplinado que no regalaba la pelota.
José Calderón promediaba apenas 1,3 perdidas por partido, pero ahora él se fue a Nueva York y tanto Nelson como Felton, sus sucesores prácticamente redoblan a sus totales en ese rubro.
Algo me dice que los Mavs no terminarán quintos en menor cantidad de balones perdidos nuevamente esta temporada.
Factor X: La capacidad de Nowitzki. El secreto peor guardado de los Mavericks es que ellos no cuentan con ningún jugador trascendental más allá de su gran figura alemana, y si Nowitzki empieza a aparentar sus 36 años de edad y ni Parsons ni Chandler juegan a un nivel superlativo, entonces Dallas estará en graves problemas.
5. Memphis Grizzlies
Marca la temporada pasada: 50-32. Primera ronda de los playoffs.
Altas: Vince Carter, Jordan Adams, Jarnell Stokes.
Bajas: Mike Miller, James Johnson.
Fortaleza: Defensa candado. Este es un equipo con hambre de gloria y por eso huele a podrido poner a un equipo solganó 50 juegos la temporada pasada en el sótano de la división, pero alguien debe ocuparlo.
Eso sí, si eso sucede no será por la capacidad de la tercer mejor defensa de la liga la temporada pasada, permitiendo apenas 94,6 puntos por partido. #TonyAllenDefensordelAño.
Debilidad: Potencia ofensiva. Que ironía que el cuarto peor ataque de la liga, el cual promedió apenas 96 puntos por partido durante su última campaña, haya quedado eliminado en el séptimo juego de la serie contra el Oklahoma City Thunder en la primera fase de la postemporada a pesar de haber anotado 109 puntos en el juego definitivo.
La llegada de Vince Carter debería potenciar un poco a este aspecto del equipo, pero la partida de Miller va a afectar su versatilidad y capacidad para elongar a las defensas rivales al contar con un tirador nato de triples.
Factor X: Capacidad para dictar el ritmo del partido. Memphis es un equipo al que le gusta jugar a ritmo de tortuga, por eso anotó tan pocos puntos pero contó con el séptimo mejor porcentaje de efectividad en tiros de campo de la liga a la misma vez.
Esa será la gran clave, dictar los términos del encuentro para dominar a sus rivales y acumular victorias.