Alrededor de 168 millones de niños y niñas trabajan en el mundo, cifra que debe reducirse a cero, tal y como recordó la Organización Mundial del Trabajo (OIT). Solo en América Latina y el Caribe 13 millones de menores se ven obligados a realizar labores de todo tipo y en República Dominicana, particularmente, unos 304 mil, en edades entre 5 y 17 años desarrollan algún tipo de labor, con peligro en muchos casos para su salud física y síquica, además de haber sido incluida la nación en la lista de países que violan los estándares del trabajo infantil
La vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández, ha afirmado que la meta a corto plazo es que para 2015 se reduzcan en unos 100 mil casos más la cantidad de menores que se encuentran en esa situación, y que para 2016 hayan sido eliminados las peores formas de trabajo infantil con la meta de que para 2020 el país lo haya erradicado.
La vicepresidenta ejecuta acciones en conjunto con la Organización Internacional del Trabajo; pero, aun las calles están llenas de pequeños que deambulan en horarios en los cuales debían estar en las escuelas.
Sin olvidar los cientos de chicos que en el vertedero de Rafey dejan salud y niñez entre basuras y residuos de todo tipo. A ellos se suman los adultos inescrupulosos y criminales que no solo les mandan a pedir, sino que les explotan sexualmente.
La OIT adopta nuevos protocolos vinculantes, que buscan fortalecer los esfuerzos mundiales para eliminar el trabajo forzoso y constantemente se alzan voces que defienden los derechos de la niñez; pero para nadie es noticia que anda “coja” la Ley 136-03, o Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de los Niños, Niñas y Adolescentes en la sociedad dominicana, que si bien provee de un marco legal para su protección, aún adolece de aspectos requeridos para su cumplimiento.
Obviamente, todo resulta muy complejo: familia y sociedad están dejando brechas profundas en la formación de estos seres, agudizado ello por la carencia de políticas estatales y mecanismos acertados que incluyan a todos los factores implicados en el desarrollo de las futuras generaciones. El país crece económicamente; pero, eso es bochornoso y cierto.
Bochornoso y cierto
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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