Transhotel anunció a mediados de noviembre que despediría al 100% de la plantilla y prepararía el cierre, según publicó Hosteltur noticias de turismo, aunque sólo unos días después aseguraba estar analizando propuestas de inversores. Ante esta situación los abogados que ya anticiparon un escenario incierto para los hoteleros cuando Transhotel se declaró en preconcurso, analizan las opciones que tienen ahora ante sí los empresarios acreedores.
Así, Bárbara Sánchez, abogada de Tourism&Law, despacho jurídico del Grupo InterMundial, expone que “teniendo en cuenta que la Ley otorga un plazo de tres meses para que el concursado regularice su situación y, en todo caso, negocie con sus acreedores una posible quita de la deuda para llevar acabo así una refinanciación y mitigar los efectos de la declaración de un posible concurso, lo cierto es que a día de hoy todavía no ha existido por parte de Transhotel una propuesta sobre la mesa para solucionar esta situación y refinanciar su deuda. Según varias fuentes, es posible que el Grupo esté intentando negociar con las cadenas hoteleras más grandes, así como con algún posible inversor o comprador de parte del activo de la Sociedad”.
En cualquier caso, añade, “han transcurrido ya prácticamente dos meses desde la situación de preconcurso y aún no se sabe nada al respecto. Esto podría ser un indicador de que Transhotel tenga reticencias a la hora de negociar tanto con inversores como con sus proveedores. Si bien el Grupo se comprometió a intentar “desatascar” la situación en el plazo de un mes, la realidad es que no existe nueva información pública en este momento”.
Por tanto, concluye, “a los afectados no se les abren más opciones que esperar. El plazo para poder refinanciarse vence el próximo 8 de enero, aunque luego la Sociedad tiene un mes para solicitar el concurso, por lo que hasta ese momento lo único que podemos hacer es esperar”.
Pero Fernando Mier, abogado y socio del despacho Iuristax, va más allá. Y es que, explica, “desgraciadamente parece que los hechos confirman las peores previsiones en relación a la situación de Transhotel que ya anticipábamos. Las manifestaciones vertidas por los representantes de la empresa en su comunicado a los representantes de los trabajadores en el marco del ERE, dejan muy poco margen para la esperanza. Parece que los representantes de la empresa ya han asumido su cierre y liquidación, salvo el poco probable caso de aparezca un inversor”.
Por ello opina que “las ofertas a los hoteles de renegociación de la deuda con quita no tienen ninguna expectativa razonable de éxito. Sin una oferta de pago con la firma del acuerdo, en la situación actual y sin ninguna información contrastada sobre la verdadera situación patrimonial de la empresa, es absurdo aceptar ahora una reducción de la deuda”.
Porque, advierte, “tampoco parece lógico ni previsible que aparezca un inversor. Pendientes de examinar los balances e inventarios que Transhotel tendrá que presentar al Juzgado con la solicitud del concurso, no parece probable que la compañía tenga activos realizables (inmuebles) de un valor relevante. Mobiliario, equipamientos y cuentas a cobrar son activos que en un proceso concursal se valoran por un importe muy inferior al de su coste. El valor de la marca y el fondo de comercio están ya probablemente muy devaluados, y por cada día que pasa más”.
Transhotel: las expectativas de cobro de los hoteleros son remotas
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