Son casi los días finales de diciembre y el Instituto Nacional de Protección al Consumidor (Pro Consumidor), exhorta a los empresarios “a realizar un ejercicio de responsabilidad social empresarial, colocando precios justos a los productos de la canasta familiar, tomando en cuenta los costos internacionales y la baja drástica de los combustibles”; a su vez el Banco Central de la República Dominicana (BCRD), contribuye en el debate “de temas coyunturales que tienen repercusión sobre el diseño y ejecución de la política monetaria”, pues analizan el impacto que puede tener el comportamiento de los precios del petróleo en los mercados internacionales y en la economía dominicana, en particular.
Según el gobernador del BC, Héctor Valdéz Albizu, se prevé un precio promedio del barril de petróleo de US$84 para 2015, “lo que permitiría un ahorro de divisas en torno a US$600 millones en la economía dominicana”. Muchos disciernen sobre qué hacer con este “ahorro”, mientras que la población expresa a gritos, en mercados y colmados, que nada, absolutamente nada, de estos ahorros se refleja en esos alimentos imprescindibles de la familia dominicana, representados en la canasta básica.
Una nota de Pro-Consumidor alerta que: “Bajo ninguna circunstancia los consumidores dominicanos tienen que pagar productos a sobreprecio, este tipo de distorsiones fueron las causas por la cual la Organización Mundial del Comercio (OMC), en el acuerdo de Marrakech, propuso a los Estados legislar, para proteger a los consumidores, como forma de que asuman su rol de regulador de las relaciones de los ciudadanos y el mercado de bienes y servicios”.
Y si bien la entidad observa que a partir del monitoreo de precios que se realiza cada semana, “hemos concluido en que aunque han bajado a nivel internacional, en el país no ha ocurrido, sino que en algunos casos inclusive se han incrementado”, todavía la vida sigue igual y navidad, con sus muchas luces, no ofrece claridad sobre el tema.
Canasta sin claridad
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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