La economía mundial no ayuda. Con pronósticos globales poco optimistas, América Latina tendrá que luchar en 2015 contra la corriente.
La tendencia a la baja en el precio de las materias primas, un escaso dinamismo de la demanda global y la apreciación del dólar juegan en contra, y resultaron este año en el crecimiento más bajo de la región desde el estallido financiero de 2008: un 1,1%.
El organismo la ONU para la región, la CEPAL, pronostica un mejor desempeño en 2015, aunque no sea para descorchar champaña: un 2,2%.
“La región tiene que promover la integración y depender menos de lo que pase en el resto del mundo (…) Pero también hay medidas a adoptar a nivel nacional para estimular la demanda interna y la inversión”, Daniel Titleman, CEPAL.
El pronóstico, que engloba a las 33 naciones de América Latina y el Caribe, es un promedio que esconde inevitables diferencias.
La más importante es que la cifra subre gracias al desempeño de economías de menor peso regional, como Panamá (7,0%), Bolivia (5,5%), Perú, República Dominicana y Nicaragua (5,0%), mientras que los vaticinios para países como Brasil y Argentina -con más capacidad de tracción del resto de las economías- son mucho más pobres. México y Chile, por su parte, con una predicción del 3%, podrían ayudar a empujar el conjunto hacia arriba.
De cualquier manera, como todo pronóstico, éste es tentativo y depende de cuatro factores fundamentales que abordamos a continuación.
1. Economía Global
La economía mundial no termina de recuperarse del estallido financiero de 2008 y su colorario, la crisis de la deuda soberana.
El consenso de organismos públicos, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), y privados, como Goldman Sachs o el Economist Intelligence Unit (EIU), es que 2015 será ligeramente mejor que los dos años previos pero que la economía global no recuperará el dinamismo previo a la hecatombe de 2008.
«En el mejor de los casos hablamos de una Europa de crecimiento lento, pero sin deflación, de un mayor dinamismo estadounidense y de una China que se desacelerará un poco, pero creciendo aún al 7%», le dijo a la BBC Daniel Titleman, director de la División de Desarrollo Internacional de la Cepal.
«Pero en un escenario más complejo tendríamos una crisis mayor de la eurozona con el impacto que esto tendría sobre Estados Unidos y la economía mundial, y, por lo tanto, sobre la región».
En ambos casos la profundidad del impacto dependerá de los vínculos internacionales de cada país.
El crecimiento estadounidense es muy positivo para Centroamérica y México: la desaceleración china impacta más sobre los países exportadores de materias primas.
Una situación crítica de la Unión Europea (UE) tendría un fuerte impacto sobre el comercio mundial.
2. Materias primas
La región se benefició desde principios de siglo por el alza de las materias primas de la mano de la plena integración de China a la economía mundial, pero en los dos últimos años ha habido un clara caída de los precios.
En 2013 el valor promedio de todos los productos primarios (minerales, energéticos, alimentos) cayó en un 5%. En 2014 la caída fue de un 10%.
«Pensamos que el petróleo continuará su tendencia a la baja, mientras que los precios de los minerales se mantendrán o caerán muy levemente y los de alimentos experimentarán una ligera mejora», señaló Titleman a BBC Mundo.
En conjunto, América Central, importadora neta energética, se beneficiará, mientras que América del Sur saldrá perjudicada.
A nivel individual países como Ecuador, Venezuela, Colombia y México serán perdedores en el plano exportador energético.
Y hay casos mixtos como Chile, que se beneficia al ser importador neto de petróleo, pero pierde como exportador de cobre.
3. Turbulencia financiera
El fin del programa de flexibilzación monetaria (Quantitative easing) de Estados Unidos en 2014 ha fortalecido el dólar y ha provocado una fuerte caída del valor de las monedas regionales.
Uno de los más impactados en América Latina ha sido Brasil: el real cayó un 17% respecto a la divisa estadounidense.
Todos los analistas coinciden que las tasas de interés de los Estados Unidos, en bajos históricos, aumentarán en 2015, con lo que habrá una salida de capitales de la región.
«Dado que ha sido un cambio de política monetaria muy anunciado, el impacto será menor, porque los agentes económicos están bastante preparados para el evento (…) Incluso puede tener un lado beneficioso porque una caída del tipo de cambio puede beneficiar la competitividad de las exportaciones», señala Titelman.
4. Desempeños disímiles
El informe de la CEPAL abarca a 33 naciones de América Latina y el Caribe: en un espectro tan amplio las diferencias son inevitables.
A nivel regional América Central creció en 2014 un 3,7% y lo hará a un 4,1% en 2015. En América del Sur los porcentajes son 0,7y 1,8.
Analizado país por país, la CEPAL prevé un mejor desempeño para la enorme mayoría, aunque, como mencionamos más arriba, habrá desempeños disímiles.
Los problemas políticos en México, las elecciones y la resolución del problema de los Fondos Buitre en Argentina pueden inclinar la balanza en una u otra dirección.
En todo caso, con un escenario mundial volátil la Cepal aconseja implementar herramientas alternativas.
«La región tiene que promover la integración y depender menos de lo que pase en el resto del mundo (…) Pero también hay medidas a adoptar a nivel nacional para estimular la demanda interna y la inversión», indicó Titleman.
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