El ministro de Medio Ambiente, Bautista Rojas Gómez (Bauta), fue a “solucionar” un problema a San Cristóbal, pero demostró más ínfulas de poder que el alcalde del municipio, Raúl Mondesí, pese a que éste último ha institucionalizado el desorden.
Esta provincia de gente noble, progresista, trabajadora no merece el comportamiento ni de uno ni del otro. Estos se enfrentaron como simples vándalos en una pelea callejera.Y así no se manejan los asuntos de Estado.
Bauta se pasó de la raya cuando amenazó al expelotero con quitarlo del puesto, olvidando que es un funcionario electo por el pueblo. Mondesí respondió que “si quería terror, en San Cristóbal habrá terror…”.
Y que conste que Mondesí fue diputado y Bautista senador. Se supone que ambos conocen el camino de la institucionalidad y el cumplimiento de las leyes. Aunque estuve en el Congreso como reportero nunca observé que sometieran un proyecto de importancia para el país.
Parte del conflicto es que el cementerio municipal resulta pequeño y la alcaldía lo quiere ampliar, utilizando unos terrenos que están bajo la protección de Medio Ambiente. Rojas Gómez respondió a Mondesí que para “coger esos terrenos me tienen que matar”.
Aunque reprochamos el comportamiento de Bauta y Mondesí, reconocemos el trabajo de las brigadas de Obras Públicas y la Armada Dominicana, reparando las vías de acceso al vertedero y recogiendo basura.
San Cristóbal merece otro destino, pero sin Mondesí. Se debe utilizar el camino institucional del juicio político para que sea destituido. Y si la Sala Capitular no asume su papel histórico frente al pueblo que la eligió, entonces hay que acudir a los tribunales para que el expelotero responda por la acusación de corrupción e incapacidad para hacer un gobierno municipal eficiente.
“Fadulada”
La inoportuna ofensa de José Ramón Fadul a Amnistía Internacional es una “fadulada” (un absurdo) de los tantos que nos tiene acostumbrado el ministro de Interior y Policía.
Faduldijo que Amnistía criticaba la violación de los Derechos Humanos de los haitianos para hacer daño al turismo dominicano.
“Amnistía es un organismo con intereses particulares, dirigido por mexicanos que quieren arrastrar el país para que no haya un turismo exitoso y se vayan a México, a la Riviera Maya, donde ahorcan gente en las calles”, indicó.
Reiteró que no habrá prórroga de la Ley de Naturalización y que en 15 días dará a conocer el número de extranjeros que se inscribieron y que califican para regularizar su estatus en el país. Negó que el Plan de Regularización haya fracasado, como denunció Amnistía, y dijo que “los que fracasaron son entidades como esas, que no han ayudado a los haitianos”.
Fadul es un dirigente político dizque “atípico” (deslenguado, agrego yo), que además de ser ineficiente en su función pública, es capaz de decir cualquier disparatada, aunque el tema sea lo más delicado y perjudique el país. Ante esa afrenta, el Gobierno Dominicano se debe disculpar con Amnistía, una de las entidades más prestigiosas, cuando se trata de defender los Derechos Humanos de los más débiles en el mundo.
El lío Bauta-Mondesí; disculpémonos con Amnistía
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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