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Declaraciones de Silvio sobre Pablo

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«Coincido con Pablo en muchos de sus juicios  críticos sobre la realidad cubana. Me parece que algunos de esos  puntos los he tocado en  conferencias de prensa en Cuba. Lo que escandaliza a algunos no es el contenido de sus críticas sino la forma, que además de burda parece desamorada, sin el más mínimo compromiso afectivo. Otra cosa que duele es que haya manifestado esas críticas en Miami”, apuntó el cantautor Silvio Rodríguez en su blog Segunda Cita.
 
Las declaraciones de Silvio sobre su viejo amigo Pablo Milanés, fueron publicadas como una respuesta al comentario de uno de los lectores de su blog.
 
En clara alusión a la entrevista que le concediera Milanés a la emisora del gobierno de Estados Unidos Radio TV Martí el autor de  El Necio apuntó:»A unos días de un concierto que, por más propaganda  que hacían, no se llenaba. Y para colmo que las hiciera a  medios que tildan de  héroes a terroristas que han derribado aviones civiles, medios cuyos dueños han pagado actos de violencia contra Cuba».
 
«Es importante que los que vivimos en esta sociedad imperfecta -agregó Silvio- sigamos criticando, sigamos  mejorándonos. Y que este  ejemplo triste no les sirva de pretexto a los extremistas para cerrarse a cal y canto. Ese es un daño interno que nos hacen actitudes como esta. Pero en las  Revoluciones, si son verdaderas (como creo que es la cubana), nadie es imprescindible, al menos para siempre. Cada baja nos  enseña a llenar la ausencia con lo que tengamos, y a aspirar a ser tan buenos  como lo que nos  falta”.
 
“Pablo y yo hace algo más de 20 años que no nos vemos. Tampoco nos hemos hablado ni por teléfono. O sea que el Pablo que conozco tiene  casi un cuarto de siglo de retraso. Aún sin estar cerca, en  este tiempo sin  relacionarnos directamente, ambos hemos mantenido una  actitud respetuosa  respecto al otro. Nos conocimos en 1967 y dejamos de vernos y de hacer proyectos juntos a fines de los 80.
 
“Mientras duró, nuestra amistad rebasó lo que pudiera ser una simple  colaboración. Fuimos testigos de muchos eventos personales  de ambos. Y también colectivos. Vimos nacer a nuestros primeros hijos, fraguarse  y deshacerse  amores, proyectos, sueños de diferente linaje. Hay zonas del Pablo actual que  son nuevas para mi y hay otras que me son muy conocidas. Y  para resumirte mi postura, o para que aprendas a verla como es, sin confusiones, te la  voy a identificar: Mi postura es la que mantengo cada día; lo que hago y lo que digo, el  testimonio cotidiano de un hombre que, más por intuición  que por sabiduría,  nunca se ha creído infalible. Asimismo no me siento capaz de juzgar, menos  públicamente, a un viejo amigo; pero de lo que sí estoy  seguro, Manuel R., es  de que Pablo está convencido de estar a la altura de lo que cree de sí mismo.
 
“Esto me da oportunidad de decir que muchos ataques a Pablo no los he puesto aquí en el blog. Siempre han existido los ¨Pablistas¨ y los ¨Silvistas¨. Por mi parte nunca -jamás- he permitido que en mi presencia nadie hable mal de Pablo. Cuando me botaron del ICR en 1968, también fue por defenderle. Y por principios -míos- lo  sigo haciendo, aún cuando Pablo me incluya a mi entre los ¨despreciables¨ que seguimos defendiendo la Revolución, y los que  firmamos la carta que él entendió a su manera (y todos los  que la firmamos  entendimos de otra, o sea un momento en el que había que cerrar filas con la defensa de Cuba). Como dice un amigo mío: «Hay un viejo proverbio latino que dice Quod escripsi, escripsi. Lo que está escrito está escrito y no se puede borrar.» Que cada cual asuma lo que le toca, y  allá el que se arrepienta de la gloria que ha vivido por lo que quiera aparentar.
 
“Coincido con Pablo en muchos de sus juicios críticos sobre la realidad cubana. Me parece que algunos de esos  puntos los he tocado en conferencias de prensa en Cuba. Lo que escandaliza a algunos no es el contenido de sus críticas sino la forma, que además de burda parece (…)
 
“No en balde escribí, hace unos 30  años:  Salgo y pregunto por un viejo amigo/ de aquellos tiempos duramente humanos, / pero nos lo ha podrido el enemigo,/ degollaron su alma en nuestras manos. / Absurdo suponer que el paraíso/ es sólo la igualdad, las buenas leyes. / El sueño se hace a mano y sin permiso, / arando el porvenir con viejos bueyes. / Vaya forma de saber/  que aún quiere llover sobre mojado”.

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