Son casi 7 000 los fotógrafos que hacen guardia en hospitales de 25 países alrededor del mundo para ayudar a las parejas que lo deseen a retratar a sus bebés recién nacidos que, por diferentes razones, no van a sobrevivir.
Según cuenta el fotógrafo puertorriqueño Ramfis Campiz, uno de los fundadores de la ONG Now I Lay Me Down to Sleep, nombre que hace referencia a una oración de niños cuando van a dormir, a veces los pequeños ya murieron antes del parto y rememora las lágrimas de las madres y cómo los hombres “tratan siempre de poner cara de fuertes, aunque la tristeza traspasa”.
Los profesionales realizan las imágenes de los padres con su hijo, de sus pequeñas manos o sus pies, en los que a veces colocan los anillos del matrimonio. “Siento que hago el bien, que estoy ayudando; claro que es algo que me toca el corazón, pero todo merece la pena cuando me paran por la calle y me dan las gracias, o cuando los padres me abrazan y siento sus lágrimas en mi cara”, dijo en una entrevista hace unos años.
“Estos retratos pueden parecer morbosos”, explica Sandy Puck, fundadora de la ONG, “pero es que la gente no puede imaginar lo que significa olvidar el rostro de alguien de quien no guardas una sola imagen”.
(Tomado de Comer, Viajar, Amar)
Conmovedor trabajo sobre bebés que no sobreviven al parto
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