Cuba invitó a las compañías extranjeras a invertir y hacer negocios en la isla de Gobierno comunista, aprovechando el creciente interés empresarial generado por el incipiente deshielo de relaciones con Estados Unidos, su histórico enemigo ideológico.
En una reunión empresarial previa a la Cumbre de las Américas que se celebrará el viernes y sábado en Panamá, el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, Rodrigo Malmierca, instó a los interesados a entrevistarse con la delegación de su país para «concretar negocios mutuamente beneficiosos».
«Reconocemos la importancia de la inserción internacional de nuestra economía para seguir diversificando nuestro comercio exterior, ampliando el acceso a financiamiento externo e incrementando la participación de capital foráneo en la economía cubana», dijo.
El gesto es poco frecuente ya que Cuba suele ser bastante reservada sobre la inversión extranjera y opera tras bastidores con compañías bien conectadas con las autoridades.
El interés empresarial en Cuba se ha disparado desde que La Habana y Washington anunciaron en diciembre su voluntad de restablecer relaciones, congeladas desde el triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro hace casi seis décadas.
Aunque muchas compañías ya han expresado su voluntad de entrar en el mercado menos desarrollado de las Américas, el funcionario cubano admitió que todavía existen muchas «limitaciones», especialmente con las firmas estadounidenses.
«La vigencia del bloqueo, las restricciones para el uso del dólar, la imposibilidad de exportar productos cubanos (a Estados unidos) o utilizar créditos comerciales (…) obstaculizan el comercio e impiden las inversiones en Cuba», dijo.
El presidente Barack Obama, quien podría reunirse con su par cubano Raúl Castro durante la Cumbre, ha asegurado que busca la completa normalización de las relaciones políticas y económicas. Pero levantar el embargo comercial que pesa sobre Cuba requiere la luz verde del Congreso estadounidense, dominado por los republicanos.
Cuba aprobó el año pasado una nueva ley de inversión extranjera que apunta a atraer capitales a la economía de estilo soviético que rige en la isla, ofreciendo amplios descuentos fiscales y prometiendo un nuevo clima de seguridad para el inversor.
Cuba invita a empresas extranjeras a hacer negocios en comunismo
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