China creció a su ritmo más lento en seis años a comienzos de 2015 y la debilidad en sectores claves sugiere que la segunda mayor economía del mundo aún pierde impulso, lo que intensifica la lucha de Pekín por encontrar la mezcla correcta de políticas para impulsar la actividad.
Las medidas para respaldar al sector inmobiliario y una serie de recortes de tasas de interés y encajes bancarios parecen haber entregado menos respaldo de lo que esperaba la economía, además de alimentar un alza del mercado bursátil, y por eso analistas prevén más estímulos pronto.
El producto interno bruto (PIB), creció a una tasa anual de 7,0 por ciento en el primer trimestre, una desaceleración frente a un 7,3 por ciento en el cuarto trimestre de 2014, dijo la oficina de estadísticas de China.
«Pese a que la tasa de crecimiento estuvo en línea con lo esperado, las actividades económicas subyacentes parecen haberse debilitado aún más», escribió en una nota el jefe adjunto de investigación económica asiática de HSBC, Qu Hongbin.
«Prevemos que los consejeros del banco central desplieguen en las próximas semanas más alivio monetario y otras medidas para respaldar al crecimiento», agregó.
Datos de ventas minoristas mensuales, de producción industrial y de inversiones en activos de renta fija publicados con las cifras del PIB incumplieron con las expectativas de analistas.
El crecimiento de inversiones en activos fijos, un motor económico clave, fue el menor desde 2000, mientras que la producción industrial aumentó a su ritmo más débil desde la crisis financiera global de 2008.
La producción de energía, que algunos analistas usan como un indicador de la actividad económica, bajó un 3,7 por ciento interanual en marzo, la mayor caída desde la crisis de 2008.
En el sector inmobiliario, un importante pilar económico, las inversiones aumentaron un 8,5 por ciento interanual en el primer trimestre, el ritmo más débil desde 2009.
«Si miras al primer trimestre, las exportaciones fueron pobres, la producción industrial fue pobre, la inversión en activos fijos fue mucho más baja, las ventas minoristas fueron débiles, ¿de modo que cómo puede ser el PIB en términos reales aún de un 7 por ciento?», preguntó el economista Kevin Lai.
La Oficina Nacional de Estadísticas no entregó un desglose de los datos de PIB y dijo que las cifras finales aún no están disponibles.
Se trató del ritmo de expansión más débil de China desde el primer trimestre de 2009, cuando el crecimiento bajó a un 6,6 por ciento durante la crisis global. Un enorme paquete de estímulos sacó a China del bache, pero llenó de deudas a los gobiernos locales.
El portavoz de la oficina de estadísticas, Sheng Laiyun, intentó calmar temores respecto a que la desaceleración se esté escapando de control.
«El riesgo de que la economía china vuelva a caer en recesión o tenga un ‘aterrizaje forzoso’ es muy pequeño», dijo a los periodistas, y agregó que China cumplirá con su meta de crecimiento del PIB en 2015 de cerca de un 7 por ciento.
El mercado bursátil, que ha subido casi un 70 por ciento desde que Pekín comenzó a recortar tasas en noviembre, cedió ganancias iniciales y perdía un 0,9 por ciento.
Crecimiento de China en inicio 2015 fue el más lento en 6 años
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