El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), específicamente su representación en República Dominicana ha expuesto su preocupación por el índice de mortalidad infantil en la nación. Lamentablemente y pese a no poder cumplir los Objetivos del Milenio, 35 de cada mil nacidos mueren antes de cumplir los cinco años, según la Encuesta Nacional de Hogares (Enhogar).
Mala calidad en los servicios de salud, la carencia de una atención sistematizada a las embarazadas, otro tema que provoca que el país se halle entre los primeros en la región por las muertes maternas, inciden en los fallecimientos de los pequeños, tal y como señaló Unicef.
Si se tiene en cuenta que el 80% de estas muertes podrían evitarse, que la población mundial, y obviamente la dominicana envejece, el Gobierno y todas las instituciones responsables de la salud debían asumir políticas públicas que de una vez por todas mejoren la calidad de los servicios. Esto en el tono general, si vamos a lo particular e individual, se requiere un llamado a las madres, en su cuidado y en la concientización de lo imprescindible que significa la lactancia materna.
También resultaría plausible incrementar el por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), dedicado a la niñez (3,6% cuando en la región es del 6 por ciento).
María Jesús Conde, representante de Unicef en República Dominicana, recomienda “superar las barreras que impiden todavía que buena parte de la niñez dominicana disfrute de una vida digna y tenga asegurada su supervivencia, educación y desarrollo, es recomendable aumentar el gasto social en la infancia y ejecutarlo de manera adecuada”. Así sea.
Cuidar la niñez
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