Houston.- Saúl ‘Canelo’ Álvarez está consciente de que su nocaut en el tercer asalto sobre James Kirkland será insuficiente para callar a sus detractores.
Saúl ‘Canelo’ Álvarez provocó la locura para los más de 31 mil aficionados que pagaron boleto la noche del sábado para verlo triunfar.
En apenas tres rounds llenó de acción el Minute Maid Park de Houston y convirtió la pelea de boxeo en una inmensa celebración del Cinco de Mayo.
Pero está consciente de que su nocaut en el tercer asalto sobre un boxeador que era temido y que tenía sólo una derrota en 33 peleas profesionales, incluidos 28 nocauts a su favor, será insuficiente para aplacar las críticas de sus detractores.
Sin embargo, aseguró que ya le da igual y que sólo le importa ganar credibilidad entre sus seguidores y personas cercanas.
«Nunca voy a terminar de convencer a toda la gente de que no soy producto de la posibilidad, pero ya no me preocupa», dijo ‘Canelo’ Álvarez con una sonrisa de oreja a oreja en la sala de conferencias de prensa de los Astros. «Sólo me preocupa la gente que me quiere y dejar historia en el boxeo».
Para el boxeador tapatío de 24 años fue el segundo nocaut en sus últimas tres peleas, aunque quizá uno de los más contundentes y especiales entre los 32 que ha propinado entre sus 45 victorias.
El réferi Jon Schorle decretó el nocaut a los 2:19 de acción del tercer episodio, cuando Kirkland ni siquiera podía abrir los ojos, mucho menos ponerse de pie; derrotado por completo ante la euforia ensordecedora de los aficionados.
«Fue uno de los mejores nocauts que he dado», dijo Álvarez. «Desde el primer round quise terminarlo, pero obviamente no pude. Traté de tranquilizarme y pensar que faltaban 11 rounds más».
«Al principio un poco complicado por el estilo de Kirkland, que salió directo a pelear a tirarme golpes por todos lados», agregó. «Se fatiga uno cuando comienza la acción rápido, cuando aún ni calientas. Sabíamos que así iba a hacer y tratamos de llevar la pelea como pensábamos».
Fue la tercera vez, segunda en el mismo tercer round, que Kirkland fue al piso de manera oficial; tardó más de cinco minutos en ponerse de pie, con ayuda de sus asistentes para ir directo al hospital para revisión mayor.
«Obviamente me emocioné mucho al ganar por nocaut y al principio festejé», comentó. «Pero uno siempre gana y te emocionas y no quieres lastimar mas allá del deporte».
«Cuando vi que ya estaba bien, pude festejar tranquilo», añadió. «Yo no quiero lastimar más allá de un simple nocaut».
«Canelo» agradeció a Kirkland su deseo de pelear, intercambiar golpes e ir de frente hasta en el peor de sus momentos en medio de un hostil público en su inmensa mayoría en apoyo del mexicano.
«Vino a pelear y no a tratar de correr», sentenció.
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