Las prolongadas singladuras enseñan amar la transparencia y moderación. Pero, ambas son muy detestadas principalmente por el sistema político de intereses personales mezquinos.
Amantes del erario tienen la sangre infectada de corrupción y el corazón envenenado por el metal. El mal no ama la transparencia, quiere hacerla desaparecer. Sócrates expresó siempre su inclinación de amor por la humanidad. Esto es fácil para un pensador sublime, filósofo. Pero no, nada agradable, fácil, para un político dominicano.
Esquilo en su Agamenón escribe: Dios nos conduce por el eterno camino de la sabiduría, y la verdad solo se aprende a costa de sufrirla”.
Pero el político dominicano no sufre con lo que cree es su verdad, ignora la Constitución, se enriquece y goza por la diosa impunidad, que archiva el expediente acusatorio o un no ha lugar inocente.
En la mente conservo en un rincón especial a Erisichthon que cortó el roble sagrado como gesto de desprecio a Ceres, la diosa de la tierra y de la calma satisfecha. Y Ceres le entregó a su temible hermana hambre. Que le dio un apetito insaciable, de modo que hasta llegó a vender a su única hija para saciar su voraz estómago.
Finalmente se vio obligado a comerse su propio cuerpo. Esta es una de las historia de ambición encarnada en el sistema político dominicano.
El jurista Scaevola le dice a su discípulo Cicerón: “Solo los completamente locos ignoran la diferencia entre el bien y el mal, la razón y la locura”. Cicerón: “¿No piensas en los locos que hay en el mundo? Estos son peores que los hombres perversos, ya que le conceden a esos hombres su autoridad y sus aplausos”. Me pregunto. ¿Hay diferencia entre la Roma antigua y la República Dominicana?
El coliseo político está alejado del orden, ver como se acomodan violando la Constitución. La escena es igual de los lobos, los ambiciosos acaban acusándose entre sí hasta el final de su vida, aunque al comienzo hayan cazado juntos.
Sentado en la grada en neutralidad, observa los gladiadores y notarás que el destino del solitario político honesto es superior al del politicastro.
Por naturaleza el hombre debe comprender que antes que su vida, lo sagrado, primordial, es Dios y su patria. Pero no me engaño, en lo político el dinero supera todo, más que Dios y la patria. Solo ver como se pisotea el derecho natural. Ley divina. Son insensatos perdieron la razón alejados de la armonización del poder y autoridad del gobierno y el pueblo.
La lucha interna en los partidos políticos muestran lo que son: camaleones sin moral, cambian a quien apoyar al considerar las posibilidades de aumentar sus riquezas. Mario Benedetti nos indica lo que se debe hacer: “No te rindas, por favor no cedas aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el Sol se ponga y se calle el viento. Aún hay vida en tus sueños porque cada día es un camino nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento”.
Nuestro invitado de hoy. Antístenes: “El pueblo que no distingue los hombres buenos de los malos, está perdido”.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.
Meditabundo: La ausencia de razón no respeta nada
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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