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Narcotráfico de nuestros días

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El tema es como los cuentos de Sherezada, infinito e interminable. Según afirmó el presidente del Consejo Nacional de Drogas (CND), Fidias Aristy, el narcotráfico es una creciente amenaza para la República Dominicana y al menos 60 mil kilos de drogas producidas en Suramérica pasaron en los últimos años por el país con destino a otras naciones escogidas como mercado para su comercialización.
 
El problema es que no solo somos puente, sino, además, escenario de consumo. Aristy considera que parte de esa droga se queda en el país, “generando un aumento del tráfico interno de sustancias alucinógenas”.
 
El narcotráfico  sigue siendo “uno de los mercados globales más atractivos que jamás ha existido” y constituye un problema social que también se libra por el control político, incluyendo influencia sobre policías y  militares en general.
 
En el país los casos de drogas, siguen ocupando unos de los primeros planos en el ámbito judicial.  La guerra contra el tráfico ilícito en República Dominicana no ha tenido tregua desde que fue declarada  en el 2007, durante el gobierno de Leonel Fernández, para la cual se ha invertido  más de 200 millones de dólares en operativos  y  US$98 millones en  la compra de los aviones SúperTucanos”.  Sin embargo,  la cantidad  de sustancias prohibidas  decomisadas por  la  Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD),  supera las expectativas; sin contar las que pasan…
 
Se habla de debilidades en la justicia, falta de recursos, carencias en la región y también se menciona  cómo en los Estados Unidos el  9 por ciento de la población consume drogas, aunque algunos afirman que son muchos más los adictos.
 
En América Latina mueren por producir lo que los norteamericanos consumen. Los políticos no logran solucionar este problema y aunque algunos hablan de legalizar el mercado como se hizo en el siglo XX, cuando la Ley Seca trajo consecuencias similares, otros plantean que tales decisiones deben estar avaladas por políticas de salud, educativas y sociales. ¿Posee la República Dominicana tales condiciones? Ni hablar.

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