Meditabundo: Democracia, cuántas sin razones en tu nombre

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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El coliseo está en combate entre gladiadores de un mismo clan perdidos en los hilos enriquecedores del poder. Escena de podredumbre política que motiva abril el cuaderno de bitácora. En el año 1954 sentado en la Biblioteca Nacional Washington DC.
 
Thomas Paine expresa: La Constitución es anterior al gobierno, el gobierno nace de la Constitución. La Constitución de una nación no puede ser instituida por el gobierno, sino por los hombres que edifican ese gobierno. Jefferson rinde culto a la razón: El hombre es un animal racional; la naturaleza le ha dado el sentido de la rectitud.
 
Cambié el rumbo de las neuronas retrocediendo a los apuntes de la lectura en la Biblioteca Municipal de Cannes, Francia, 1953. Montesquieu: Todo el cuerpo de los ciudadanos tiene la autoridad; eso es la democracia.
 
Uno de los siete sabios de Grecia. Solón: Ordenó y modificó la Constitución política de Atenas y de sus leyes, sentenció: Las leyes son semejantes a las telas de arañas, detienen a lo débil y ligero y son deshechas por lo fuerte y poderoso. Amante de la poesía escribió el poema Eunomia, del cual copié este fragmento: Lo advierto, y en mi ánimo se asientan las penas, al ver que la tierra más vieja de Jonia declina…a la codicia de la plata y el excesivo orgullo. Pero vosotros sosegad vuestro audaz corazón en el pecho, vosotros que llegasteis al hartazgo de bienes sin cuento, y someted la ambición a medidas. Porque ni nosotros vamos a ceder ni os va a salir todo favorable…pues muchos malos son ricos y hay buenos más pobres; pero nosotros no vamos a cambiarles la riqueza por nuestra virtud, porque esta está firme siempre, y los dineros ahora uno y luego otro los tiene.
 
Un cosquilleo mental me llevó a Rosseau que predica la consideración a la ley como la expresión del pensamiento del pueblo.
 
Las singladuras aéreas arribé a la tierra hermosa, Taiwán, abril del 13 al 19-1986. Sin meditar abrí el libro: Los Tres Principios del Pueblo. Su exponente es el padre de la Patria. Doctor Sun Yat Sen. Y leo lo que ansiaba. Como de costumbre grabé y es de ustedes amables lectores: La autoridad reside en el pueblo; los funcionarios no son más que servidores públicos capacitados. Esa regla de autoridad en el pueblo no es un documento vacío, debe concretarse en como practicar esa norma de la autoridad en el pueblo.
 
Referente al sistema constitucional: La democracia política consiste en gobernar según los deseos del pueblo. Si existe la Constitución, los derechos de los ciudadanos tienen protección, la organización y la autoridad del gobierno tienen su punto de apoyo; ese es el sistema constitucional.
 
De la estadía por esas latitudes traemos la experiencia de lo leído, visto y observado. Los ciudadanos nos entregaron las sonrisas de bienestar y seguridad jurídica debido a que el derecho del Estado y del gobierno son posteriores al derecho del ciudadano y al bienestar común de la sociedad y actúan como árbitros imparciales entre ellos.
 
Termina la travesía, estoy en casa, la tierra donde el sistema político es contrario a la doctrina del Padre fundador Juan Pablo Duarte.
 
Continúa el coliseo y el triunfador es pájaro de la misma pluma y seguirá el sistema político de intereses económicos que trata de llegar al poder y mantenerlo con el fin primordial de preservar los beneficios económicos que su ejercicio proporciona a los adherentes. Nada de cambio, seguirá adverso a la sentencia del profesor Juan Bosch, presidente de la República: Estamos en el poder para servir al pueblo, no servirnos de él.
 
Los hechos evidencian que todo seguirá igual, la misma norma en el sistema. Es apropiado lo que aconseja nuestro invitado de hoy. Albert Einstein: Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.
 
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.