Cavaliers a romper una maldición que tiene ya 51 años

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Parece que fue en otra vida cuando el jovencito LeBron James llevó a los Cleveland Cavaliers a las Finales NBA.
 
Sin embargo, han pasado menos de 10 años desde que James y sus Cavs fueron aleccionados, humillados y aplastados por los San Antonio Spurs en el 2007, con espectacular limpia en la serie por el campeonato del mejor basquetbol del mundo.
 
A partir de este jueves, James de nueva cuenta será la punta de lanza de los Cavaliers y una ciudad completa que espera conseguir su primer título en el deporte profesional en 51 años.
 
“Todos sabemos qué tanto tiempo ha pasado desde que un campeonato estuvo en esta ciudad”, dijo James. “Vamos a dar nuestro mejor esfuerzo contra un gran equipo”.
 
Cleveland representa la mayor sequía entre cualquier ciudad estadunidense que tenga al menos uno de los principales deportes profesionales en Estados Unidos.
 
Y salvo esos Cavaliers de 2007, el resto de sus representantes ni siquiera cerca han estado.
 
La última vez que Cleveland conquistó un campeonato fue en 1964, cuando los Browns del legendario corredor Jim Brown y el mariscal de campo Frank Ryan se coronaron en una NFL, en la que todavía no se había inventado el Súper Bowl, muchos menos el formato actual de postemporada.
 
De hecho, los Browns ni siquiera han llegado jamás al Super Bowl.
 
Por momentos hasta parecería maleficio.
 
Por ejemplo, más tardó la primera franquicia de futbol americano de los Browns en mudarse a Baltimore y cambiarse de nombre a Ravens, que en coronarse por primera ocasión. Pero ya no habitaban Cleveland.
 
La mala suerte o racha, como quiera llamarse, por momentos parecería más que evidente.
 
Las más recientes buenas temporadas de Cleveland en la NFL van por sus 40 años, entre 1979 y 1980.
 
Pero en esa marabunta de situaciones “raras”, quien hubiera apostado porque el quarterback Brian Sipe sería interceptado cuando ya parecía que tenían el partido contra los Raiders en la bolsa y el boleto al juego de campeonato de la Conferencia Americana en 1980.
 
Mucho menos hubiera sido creíble que disputaran en 1986 y 1987 partidos por el pase al Súper Bowl en años consecutivos y que en ambas ocasiones se quedaran cortos de manera inverosímiles.
 
En 1986, John Elway logró una de las series ofensivas más espectaculares de todos los tiempos en la NFL con el reloj en cero para empatar un partido, que en tiempo extra ganarían los Denver Broncos.
 
En 1987, ya casi se festejaba el boleto al Super Bowl, cuando el corredor Ernest Byner perdió la pelota a pasos del touchdown que parecía el triunfo.
 
Desde entonces los Browns nunca han estado ni cerca de regresar a un partido de campeonato de Conferencia con su respectiva clasificación al Super Bowl.
 
En el béisbol, los Cleveland Indians ganaron un campeonato de Serie Mundial por última vez en 1948. Casi 50 años después, en 1997 los Indians dilapidaron en la novena entrada una carrera de ventaja para perder la oportunidad de coronarse en el séptimo juego ante los Florida Marlines.
 
Igual que los Browns, ni siquiera han estado medianamente cerca otra vez de aspirar a un triunfo, como sucedió también a los Cavaliers desde que se fue LeBron James a Miami para hacer protagonista y campeón al Heat.
 
Los Cavaliers deben saber que las oportunidades de ser campeonato rara vez se presentan y deben aprovechar.
 
Nunca se sabe si volverán a estar cerca, como tampoco imaginaron que tendría que regresar James para que toda una ciudad aspire a su primer título en más de medio siglo.
 
Igual que en 2007, los Cavs no son favoritos frente al campeón de la Conferencia Oeste; esta vez los Golden State Warriors, que dominaron la NBA de punta a punta.
 
Cleveland tuvo una temporada de altibajos que distó de consistencia. Pero en la postemporada su marca de 12-2, incluida la barrida sobre los Atlanta Hawks, ha sido la mejor.
 
“Estamos contento de llegar hasta este punto”, dijo el entrenador David Blatt.
 
“Es otra buena oportunidad de darle un campeonato a Cleveland, una ciudad que merece eso y más porque se entrega a sus equipos”.