Cleveland.- LeBron James manda en Cleveland y es probable que si hubiera elecciones esta semana sería buen candidato a gobernador del estado de Ohio.
La figura de la súper estrella de los Cavaliers pulula por toda la ciudad, donde todos o casi todos, tienen algo positivo que comentar.
Cleveland esta semana es territorio de LeBron y tal vez de algunos más de sus Cavaliers.
“LeBron nos ha hecho grandes y nos hará campeones”, dijo Rachel Smith, una mesera de un restaurante de comida rápida en los alrededores del aeropuerto de Cleveland. “Por LeBron estamos aquí y él solo podrá hacer que los Cavaliers ganen el primer campeonato de su historia”.
Este miércoles, nada era más importante que los Cavaliers en la ciudad de Cleveland. Desde temprano, toda la ciudad estaba pintada por los colores del equipo de basquetbol que busca su primer campeonato de la NBA, y en particular por la cara de James.
Desde playeras, souvenirs, gorras, sudaderas, hasta edificios con fotografías de los jugadores y el eslogan de “All in! #AllinCle” se veían por todos lados.
También desde temprano comenzó la fiesta, el carnaval, el festejo o como se quiera llamar en las principales calles del centro de la ciudad, aledañas al Quicken Loans Arena; en especial en la 4th St, donde un corredor cerrado a la circulación permitía el libre andar de los aficionados.
Hasta un pequeño grupo de seguidores de los Warriors, ataviados con motivos alusivos a su equipo, se daban el lujo de caminar en medio de cientos de aficionados de los Cavaliers, sin miedo a los frecuentes y sonoros abucheos, aunque, al menos en ese momento, sin agresiones de ningún tipo.
Del otro lado de la arena, en la explanada que une el parque de pelota de los Cleveland Indians, los Cavaliers instalaron el Fan Fest, donde los aficionados podían escuchar música en vivo, comprar recuerdos de las Finales NBA e ingerir algo de “alegría líquida”.
En la misma tarde, algunos escasos aficionados de los Indians se encaminaban al parque de pelota para ver el partido contra los Seattle Mariners.
El ambiente, sin duda, menos disperso y más amigable que en el área de Oakland, donde está el Oracle Arena de los Warriors, donde se disputaron los dos primeros partidos de la serie.
Y la única súplica de la mayoría de los habitantes de Cleveland es que LeBron sea capaz de casi por si mismo llevarlos al título, que sería el primero para cualquier deporte profesional principal en la ciudad en 51 años.
“Sería más fácil, si LeBron tuviera algo más de ayuda”, dijo Smith. “Ya vimos lo que pasa cuando alguien le ayuda aunque sea un poco. Primero fue Kyrie (Irving) y después (Matthew) Dellavedova”.
“Pero si lo dejan solo, él puede con esto y más”, agregó en referencia al “Hijo Pródigo” de la ciudad.
Si LeBron se lanza en Cleveland y gana elecciones de calle
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Story
Page