Lo interesante en los procesos que tienen lugar en el mundo es que muchas personas intentan opinar, a veces sin tener los elementos suficientes para sustentar un punto de vista. De un lado y otro «explotan» expresiones que lejos de ayudar, exacerban los ánimos, como es el caso de la situación que viven en estos momentos las personas haitianas que no han podio legalizar sus documentos y regresan a su país.
La modelo de origen haitiano Sardoj Bertín afirmó al respecto que muchas organizaciones internacionales se proponían crear un caos entre ambos países, y que detrás de esa campaña había mucho interés en querer crear odio, y sentimientos negativos que no favorecían a nadie.
Una comisión dominicana de alto nivel que viajó a Haití, trata esos puntos del protocolo de repatriación firmado en 1999, y analiza en conjunto los aspectos que proceden en estos momentos, dada la situación existente tras concluir el plazo para acogerse al Plan Nacional de Regulación de Extranjeros, el pasado día 17.
Se conoce que los integrantes del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront) y los agentes haitianos están dejando pasar a los ciudadanos que tengan el visado correcto y la Comisión de Frontera de la Cámara de Diputados negó que haya un éxodo masivo voluntario de indocumentados. También se ha adelantado que cuando se produzca la deportación de ilegales se llevará a cabo respetando los derechos humanos, la dignidad de las personas y actuando con humanidad y prudencia, tal y como ha sido publicado en los medios.
Ni el alcalde de Nueva York, Bill De Blasio, ni nadie más tiene voz ni voto en un proceso que corresponde solucionar a los gobiernos de República Dominicana y Haití. ¿Por qué no dejarlos en paz, para que definan, decidan y concluyan un proceso tan engorroso y, sin duda alguna, doloroso?
No desvirtuar
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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